El presidente francés, Emmanuel Macron, comparó las imágenes de los disturbios que sembraron caos en los Campos Elíseos de París el fin de semana, con “escenas de guerra”.

“No hay que subestimar la conmoción de la gente, en Francia y en el extranjero, de ver en los medios de comunicación lo que parecían escenas de guerra”, dijo Macron este lunes en una reunión de su gabinete, según su portavoz Benjamin Griveaux.

Un centenar de personas fueron detenidas después de las violentas protestas del sábado, que terminaron con barricadas y ventanales de tiendas de lujo destruidas en la famosa avenida parisina.

Para dispersar a los manifestantes la policía utilizó más de 5.000 granadas de gas lacrimógeno y los bomberos apagaron más de 100 incendios, lo que dio lugar a imágenes espectaculares que dieron la vuelta al mundo.

Unas 106.000 personas del movimiento conocido como los “chalecos amarillos” se manifestaron el sábado en toda Francia contra el alza del precio de la bencina y la pérdida del poder adquisitivo.

La situación degeneró en los Campos Elíseos, donde unas 5.000 personas participaron en una manifestación no autorizada. Un total de 31 personas resultaron heridas, entre ellas siete policías, y un centenar de manifestantes fueron detenidos.

El gobierno ha atribuido los disturbios violentos en París a miembros de la ultraderecha.

El ministro de Presupuesto, Gerald Darmanin, llegó a decir que los manifestantes “no eran chalecos amarillos”, sino “la peste marrón”, una alusión a los nazis.

Mientras tanto, los “chalecos amarillos”, un movimiento apolítico que nació a mediados de octubre en las redes sociales, anunciaron el lunes la creación de una delegación oficial conformada de ocho personas encargadas de negociar con el gobierno.