Es una historia que conmueve de principio a fin. Ocurrió en Bradford, al oeste de Inglaterra.

Ursula Keogh, tenía solo 11 años cuando tomó la fatal decisión de lanzarse de un puente de su ciudad, luego de buscar en la red social favorita de los jóvenes, sobre formas de suicidio.

“No estoy segura de lo que había cambiado. Me informaron que Ursula había estado accediendo a páginas de suicidio en Instagram”, declaró a la prensa su madre Nicky Harlow, quien aseguró que la conducta de la menor se transformó significativamente. “Sus hormonas estaban por todas partes. Pasaba cada vez más tiempo en su dormitorio”.

Su padre, David Keogh, ya había notado algo raro en la pequeña. Lo describe como una “adicción” al celular, pero nada de lo que hicieron fue suficiente para evitar el trágico desenlace. De hecho, probaron con quitarle su aparato telefónico pero esto generó tensión en la familia.

Solo unas semanas antes a los hechos, Ursula caminaba junto a su familia por el puente y la describen como fascinada del lugar. Luego, vino la triste noticia para una familia que tuvo señales de que algo andaba mal con su hija.

ursula

“Te amo, pero lo siento mucho”.

Un mensaje de texto desató el infierno para una madre. La niña envió un escrito, prácticamente despidiéndose de ella, diciéndole que la amaba pero que lo sentía mucho. Acto seguido se lanzó del puente que la tenía fascinada en la anterior visita junto a su familia, quien ya había percibido altos y bajos en el estado de ánimo de una menor, a la que ahora describen como madura para la edad que tenía y muy diferente a la forma de ser de un niño de 11 años.

Ursula murió a causa de lesiones en la cabeza después de ser encontrada cerca de North Bridge en Halifax, West Yorkshire, luego de lanzarse de la estructura. Según investigaciones posteriores, no se reportan testigos que la vieran lanzarse al vacío. La gente supo que algo andaba mal, cuando encontraron la mochila y el celular de la niña al borde del puente.

The Sun
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Nunca le dijo a su madre adonde estaba al momento de mandarle el mensaje de texto. Por eso, su cuerpo fue encontrado una milla aguas abajo unas tres horas más tarde, desde la última comunicación.

La madre de la víctima asegura que buscó ayuda profesional para su hija. Sin embargo un tribunal de Bradford ha puesto en duda la respuesta de un sistema a la hora de atender casos como este.

La prueba más clara es que, pese a que la madre de Ursula llamó a médicos especialistas para que atendieran a su hija, nunca hubo un encuentro cara a cara entre médico y paciente.

El forense, identificado por el periódico The Sun como Martin Fleming se dirigió al Dr. Steven Cleasby del Hospital Springhall en Halifax, recriminándole: “Está diciendo (a la víctima) que vaya a la escuela y la escuela le está diciendo que vaya al médico de cabecera. En ese escenario, la gente puede pasar por la red. Tenemos dificultades de comunicación que deben resolverse”.

The Sun
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