La policía alemana fue acusada este miércoles de haber filtrado documentos confidenciales a la extrema derecha y de avivar la tensión tras la violencia que golpeó a la ciudad de Chemnitz y al conjunto del país.

Militantes de extrema derecha hicieron circular el miércoles en las redes sociales una copia de una de las dos órdenes de detención emitidas por la justicia alemana, contra un solicitante de asilo iraquí de 22 años acusado junto a un cómplice sirio del asesinato de un alemán la madrugada del domingo en Chemnitz.

Este homicidio motivó los actos de violencia que se vivieron el domingo en la tercera ciudad más grande de la región de Sajonia (este). La extrema derecha lo usó como pretexto para insistir en una de sus ideas predilectas: la decisión de la canciller alemana, Angela Merkel, de permitir la entrada de más de un millón de refugiados en Alemania provocó un alza de la criminalidad. Algo que los datos oficiales desmienten.

El ministro del Interior alemán, Horst Seehofer, denunció el miércoles la filtración de la orden de detención, bajo secreto de instrucción, considerándolo un acto “absolutamente inaceptable”.

Se sospecha que la filtración se produjo directamente a través de miembros de la policía.

Investigación judicial

“Cuando escucho que la orden de detención fue filtrada aparentemente por la policía a medios de extrema derecha, tenemos un gran problema que solucionar”, protestó Martin Dulig, el viceministro presidente de la región de Sajonia.

“Debe quedar claro que no se seguirán tolerando ciertas cosas en la policía”, añadió. “No es posible que haya policías que piensen que pueden filtrar cosas cuando saben perfectamente que están cometiendo un delito”.

Se trata de una cuestión embarazosa, porque el documento contiene los nombres de testigos y de la jueza encargada del caso.

La fiscalía de Dresde abrió una investigación para “esclarecer cuanto antes” los hechos.

La copia de este documento confidencial fue difundida en Facebook y posteriormente retirada por un grupúsculo local de extrema derecha, Pro Chemnitz.

El sospechoso mencionado en el documento apuñaló “en cinco ocasiones” a la víctima en el torso, con “la colaboración consciente de otro sospechoso que también portaba un cuchillo”, dice el documento.

La orden de detención no menciona el motivo inicial del altercado que dio lugar a la agresión, pero la policía ya desmintió en varias ocasiones los rumores divulgados por la extrema derecha según los cuales la víctima quiso defender a una mujer importunada o agredida sexualmente.

Críticas

Este escándalo se suma a las críticas de las que es objeto la policía sajona, a la que se acusa regularmente de simpatía, e incluso de colusión, con la extrema derecha en esta región, bastión del partido antiislam y anti-Merkel Alternativa para Alemania (AfD), donde registró su mejor resultado electoral en las legislativas de 2017 (27%).

La semana pasada se había criticado a la policía sajona por haber detenido, a petición de un manifestante de extrema derecha, a un equipo de televisión que filmaba una concentración contra Merkel en Dresde. Resultó que el manifestante en cuestión estaba empleado por la policía local a título privado.

Las fuerzas de seguridad también han sido señaladas en los últimos días por falta de preparación y movilización en las violencias en Chemnitz.

Los policías, poco numerosos, se vieron desbordados el domingo por los neonazis que les lanzaron botellas, piedras y otros objetos. La canciller Merkel denunció “el odio en la calle” y “las persecuciones colectivas”.

La noche del lunes, durante dos manifestaciones de la extrema derecha y la extrema izquierda, la policía volvió a verse corta de efectivos, a pesar de que los servicios de inteligencia interior la habían alertado de las escenas de violencia que podían producirse.

En total se desplegaron unos 590 agentes en Chemnitz, en tanto que las dos concentraciones congregaron a unas 6.000 personas. Veinte resultaron heridas en los enfrentamientos.