Un hombre afroamericano con sus piernas y brazos inmovilizados murió luego de ser aplastado por policías quienes trataban de aquietarlo en un centro psiquiátrico en el estado de Virginia.
Se trata de Irvo Otieno, un sujeto de 28 años quien perdió la vida luego que hasta diez policías y tres funcionarios del Hospital Central del Estado de Virginia lo sujetaran fuertemente en el suelo.
Debido al hecho, siete funcionarios policiales han sido detenidos además de tres empleados del centro psiquiátrico, los que fueron acusados de asesinato en segundo grado.
El dramático momento, ocurrido el 6 de marzo, quedó registrado a través de una cámara de seguridad, secuencia que fue dada a conocer por medios norteamericanos como The Washington Post.
En el video, que no tiene audio, podemos ver cómo Otieno es arrastrado con sus manos esposadas y engrillado a una sala de recepción por un grupo de policías, varios de los cuales utilizan la fuerza para inmovilizarlo en el piso.
Luego de unos minutos, en los que queda de manifiesto la desesperación del sujeto, finalmente éste deja de respirar, momento en el que las enfermeras proceden a hacerle masajes en el pecho y usar un desfibrilador para tratar de reanimarlo.
Sin embargo, los esfuerzos resultaron inútiles ya que el individuo terminó perdiendo la vida en el lugar, siendo cubierto por una sábana blanca a las 17:48 horas local.
“Lo trataron peor que un perro”
El hecho ha generado gran repudio a través de las redes sociales, en donde nuevamente ha salido a la palestra el tema del abuso policial.
La fiscal a cargo del caso, Ann Cabell Baskervill, indicó que la víctima falleció por asfixia mientras los policías y el personal del hospital se amontonaban encima suyo, agregando que se esperan nuevas detenciones.
La madre de Otieno, en tanto, lamentó que su hijo haya sido tratado “peor que un perro”.
“Lo vi con mis propios ojos en el video. Le trataron de forma inhumana, fue traumático y sistémico”, dijo Caroline Ouko.
De acuerdo a lo señalado por los abogados de la familia de Otieno, luego de recibir un llamado de servicio, los policías llevaron al hombre a un hospital para practicarle una evaluación mental, siendo trasladado posteriormente a una cárcel.
Tres días después fue ingresado en el Hospital Central del Estado, en donde se produjo su muerte.
