El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, intentó retrasar la entrega de material clasificado al FBI. La defensa del empresario pidió prorrogar el traspaso de estos documentos, que estaban en manos de Archivos Nacionales, para comprobar si podían estar bajo el amparo del privilegio ejecutivo. Sin embargo, la solicitud fue rechazada finalmente.

El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, intentó aferrarse al privilegio ejecutivo para retrasar la entrega de material al FBI.

En concreto, son documentos recuperados por los Archivos Nacionales y que se encontraban en la mansión del exmandatario, ubicada en Florida.

La oficina de Archivos Nacionales difundió una carta firmada por su directora interina, Debra Steidel Wall, y que fue enviada el 10 de mayo pasado al abogado de Trump, Evan Corcoran.

En ella, le denegaba una extensión del plazo, alegando que no había razón para que el exgobernante estuviera protegido por ese privilegio.

Las 15 cajas en propiedad de los Archivos Nacionales habían sido recibidas en enero pasado, después de los intercambios mantenidos por la institución y los exjuristas de Trump ante la supuesta falta de documentos oficiales.

La entidad encontró información considerada de seguridad nacional en estos documentos. Incluso, parte de ella quedó con la etiqueta de “Top Secret”.

En la misiva publicada este martes se recuerda a la actual defensa de Trump que el Departamento de Justicia les había explicado el 29 de abril que en ese material había unos 100 documentos clasificados, incluidos en ellos más de 700 páginas.

El Departamento de Justicia subrayaba que acceder a ellos era necesario no sólo en el marco de la investigación en marcha, sino también para evaluar el daño potencial que podría resultar por haber sido trasladados y conservados sin seguir los cauces habituales tras haber dejado el poder en 2021.

Cuando los Archivos Nacionales informaron al Departamento de Justicia de este material, este les pidió que lo pusieran en manos de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) y de otros servicios de inteligencia.

Trump intentó aferrare al privilegio ejecutivo

Trump intentó retrasar la fecha de entrega y consiguió en un primer momento que esta pasara de la semana del 18 de abril a la del 29 de ese mes, pero después solicitó una prórroga para comprobar si algunos de esos documentos podrían estar bajo el amparo de ese privilegio.

La carta de los abogados del 29 de abril establecía que en caso de que no les dieran más tiempo para revisar los registros antes de que los Archivos los divulgaran, se debía considerar esa misiva como un alegato del privilegio ejecutivo.

Pero la respuesta de los Archivos -divulgada hoy- fue clara: no se le reconocía ese privilegio y no había razón para retrasar más tiempo la entrega al FBI y al resto de servicios de inteligencia implicados.

Trump está investigado por la posible comisión de tres delitos: violación de la Ley de Espionaje, obstrucción de la Justicia y destrucción de documentos. En caso de condena, podrían conllevar desde multas hasta penas de prisión e inhabilitación para ocupar cargos políticos.

Su mansión de Mar-a-Lago fue registrada por el FBI el 8 de agosto pasado. La orden de registro evidenció que el exmandatario se llevó material clasificado de la Casa Blanca a esa residencia.

Trump solicitó este lunes a una corte de Florida supervisión sobre este registro “ilegal e inconstitucional”, que incluye la designación de un “maestro especial” a cargo, un recibo más detallado de lo decomisado y la devolución de aquello que no estuviera incluido en la orden judicial.

El juez federal se inclina a publicar, tapando las partes sensibles, pero esperará a conocer la propuesta de edición que le entregue la Fiscalía, que tiene de plazo hasta este jueves para hacerlo.