El Tribunal Supremo de Estados Unidos determinó que la policía no puede irrumpir en una casa sin una orden judicial cuando persigue a alguien por un delito menor.

En un voto unánime, la corte consideró que la policía vulneró los derechos de un hombre al entrar en su garaje. Esto, por poner música alta mientras conducía por una carretera desierta por la noche.

La jueza Elena Kagan, escribió que la policía debería evaluar caso por caso para ver si hay una emergencia que requiera la irrupción en un domicilio.

“En muchas ocasiones, el agente puede tener una buena razón para entrar para prevenir un daño inminente con armas o una huida de la casa”, señaló.

“Pero cuando el agente tiene tiempo de conseguir una orden judicial -agregó-, debe hacerlo incluso si el infractor ha huido”.

“Música a nivel alto”

Un tribunal de menor instancia había establecido anteriormente que no era necesaria una orden judicial en el caso de Arthur Lange, el conductor que puso música a un volumen alto por la noche y que había tocado la bocina de su automóvil.

Un agente lo siguió y encendió las luces de su vehículo para que el supuesto infractor se detuviera.

Pero Lange continuó y se metió en el garaje de su casa. Más tarde dijo que no había visto las luces de la policía.

El agente irrumpió en el garaje poniendo un pie en el sensor de la puerta para que se abriera automáticamente, sin disponer de orden judicial, y una vez dentro arrestó a Lange.

Ese policía alegó también que el aliento del acusado olía a alcohol, así que lo detuvo por haberse saltado la ordenanza del ruido y por conducir ebrio.

Lange apeló durante todo el proceso judicial hasta llegar al Tribunal Supremo, defendiendo que el policía no tenía derecho a entrar en su casa sin una orden judicial y de que las pruebas para inculparlo por conducir bajo los efectos del alcohol habían sido obtenidas ilegalmente.