Cientos de tropas fueron desplegadas en Minneapolis la madrugada del viernes después de la tercera noche de disturbios por la muerte de un hombre afroamericano a manos de policías blancos, un hecho que ha generado furiosas protestas en todo Estados Unidos.

Luego de actos antirracistas realizados desde Nueva York a Phoenix, el presidente Donald Trump criticó a los funcionarios locales, calificó a los manifestantes de “matones” y amenazó con una fuerte represión.

Líderes afroamericanos continuaron expresando su enojo por la muerte grabada en video de George Floyd, de 46 años, mientras estaba esposado en el suelo y bajo custodia de la policía de Minneapolis el lunes.

El hombre, detenido por supuestamente tratar de pagar en una tienda con un billete de 20 dólares falso, falleció después de que un oficial permaneció arrodillado sobre su cuello durante más de cinco minutos.

“La gente está enojada porque está frustrada porque este no es el primer asesinato policial que han visto en el país”,
declaró Al Sharpton, un destacado activista por los derechos de los negros, a la cadena MSNBC.

Trump indicó que contrarrestaría la violencia desatada con más tropas en las calles.

“Estos MATONES están deshonrando la memoria de George Floyd, y no dejaré que eso suceda. Acabo de hablar con el gobernador Tim Walz y le dije que el ejército está completamente a su lado. Ante cualquier dificultad asumiremos el control pero, cuando comience el saqueo, comenzará el tiroteo”, tuiteó.

Twitter ocultó ese tuit, así como el mismo texto publicado luego en la cuenta de la Casa Blanca, diciendo que violaba la política de la red social contra la apología de la violencia. Sin embargo, Twitter permitió que los usuarios puedan acceder al texto en razón del “interés público”.

Comisaría en llamas

Durante la noche del jueves al viernes, manifestantes rompieron las barreras policiales y tomaron la comisaría de Minneapolis de donde eran los cuatro agentes involucrados en la muerte de Floyd. Se produjo un incendio que pronto envolvió la estructura.

La guardia nacional del estado anunció que 500 efectivos fueron desplegados la mañana del viernes en Minneapolis y la vecina ciudad de St. Paul para reestablecer el orden ante señales de que la ira de los residentes no se disipa.

“Nuestras tropas están entrenadas para proteger la vida, preservar la propiedad y garantizar el derecho de las personas a manifestarse pacíficamente”,
dijo el general a cargo de la Guardia Nacional de Minnesota, Jon Jensen.

Un equipo de CNN que transmitía las protestas fue arrestado por la policía en un operativo trasmitido en vivo, pero fue liberado más tarde. La cadena dijo que el gobernador Walz se había disculpado por lo ocurrido luego de emitir un comunicado condenando el comportamiento de los uniformados.

“Por favor, opten por la paz”

Las protestas por la muerte de Floyd estallaron en varias ciudades de todo el país, incluida Nueva York, donde decenas de manifestantes fueron arrestados; pero también en Phoenix, Memphis y Denver.

En Louisville, Kentucky, siete personas serultaron heridas de bala en una protesta el jueves por la muerte de Breonna Taylor, una mujer negra que recibió un disparo cuando la policía entró en su casa en marzo.

Uno de los heridos estaba en estado crítico, según la policía de Louisville. Todavía no está claro quién efectuó el disparo.

La policía instó a los manifestantes a “optar por la paz”, difundiendo un mensaje en video de un miembro de la familia de Taylor pidiéndoles a los que están en las calles que “vayan a casa y estén seguros y listos para seguir luchando”.

Pero se esperaban más protestas en el país el viernes, incluso en la capital federal Washington y en Houston, donde vive la familia de Floyd.