Miles de migrantes hondureños se disponen este domingo a seguir su camino a través de México rumbo a Estados Unidos, desafiando la advertencia del presidente Donald Trump de hacer todo para “detener la embestida” en la frontera sur.

Tras más de siete horas caminando desde la fronteriza Ciudad Hidalgo bajo un intenso y húmedo calor, la caravana llegó a Tapachula, una pequeña ciudad de poco más de 300.000 habitantes en el sureño estado de Chiapas.

“Llegamos quemados por el sol, con llagas, pero llegamos. Nuestros coraje es más grande que las amenazas de Trump”, dijo Britany Hernández, una joven morena de grandes ojos negros mientras recibía algo de comida tras hacer una larga fila.

El parque central de Tapachula -una pequeña plaza salpicada con diminutas jardineras, un escenario y una explanada de cemento parcialmente techada- resultaba insuficiente para cubrir a los cientos de migrantes de la torrencial lluvia que cayó la tarde del domingo.

Pedro Pardo | Agence France-Presse
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“Para nosotros este piso, esta ciudad, es la gloria. Para usted puede ser algo feo, pero nosotros estamos felices”, dijo Brandon Ruíz, un agricultor que huye de la amenaza de las maras, mientras extendía una bolsa en el suelo para acostarse.

Mientras tanto, una segunda caravana de casi un millar de hondureños inició el domingo su travesía a pie desde Guatemala para llegar a la frontera con México, en ruta hacia Estados Unidos.

Honduras es uno de los países más violentos del mundo, con una de tasa de homicidios de 43 por cada 100.000 habitantes, superando ampliamente el promedio mundial de países sin guerra. Siete de cada diez hondureños viven en la pobreza, según el Banco Mundial.

Pedro Pardo | Agence France-Presse
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3.000 kilómetros

Muchos migrantes prefieren permanecer en las calles antes que en los albergues implementados por el gobierno estatal, por temor de ser detenidos por las autoridades migratorias, expresaron.

Unas 370 personas que entraron legalmente arribaron el sábado a uno de los principales albergues de Tapachula, informó el gobierno estatal, mientras que otras 346 “en condiciones de vulnerabilidad” fueron trasladadas este domingo a albergues de Chiapas, según el ministerio de Gobernación.

La caravana recorrió más de 700 km desde la hondureña San Pedro Sula, de donde partieron el 13 de octubre. Entre los migrantes se cuentan muchas mujeres con sus bebés y niños.

La mayor parte de la caravana migrante, integrada inicialmente por más de 4.000 personas según los organizadores, logró cruzar ilegalmente el río fronterizo entre Guatemala y México y evadir la vigilancia de cientos de policías sobre el puente internacional.

El grupo que avanza en México está conformado por unas 3.000 personas, según cálculos de la AFP y organizadores. Unos 1.000 quedaron atrás: algunos decidieron esperar en la frontera para ingresar legalmente a México y otros desertaron debido al temor o al cansancio.

Si logran llegar a Estados Unidos habrán recorrido al menos 3.000 km a pie.

Pedro Pardo | Agence France-Presse
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“Detener la embestida”

El presidente Trump aseguró que está haciendo todo lo posible para “detener la embestida de migrantes ilegales” a su frontera sur. “Esas personas deben primero solicitar asilo en México, y si no lo hacen Estados Unidos los rechazará”, escribió el mandatario en Twitter.

“Debo pedir, en los términos más enérgicos, a México que frene esta embestida, y si no es capaz de hacerlo llamaré al ejército estadounidense y CERRARÉ NUESTRA FRONTERA SUR”, había advertido el jueves.

De no contener la caravana, Trump ha amenazado a Guatemala, Honduras y El Salvador con quitarles ayuda financiera.

En tanto, el presidente electo de México, Andrés Manuel López Obrador, de gira por Chiapas, exigió que no haya “nada de maltrato con los migrantes centroamericanos”.

“No queremos que ellos sufran lo que padecen nuestros compatriotas cuando se ven en la necesidad de ir a Estados Unidos”, dijo el futuro mandatario desde la capital del estado, Tuxtla Gutiérrez, unos 380 km al norte de Tapachula.

Varados en el puente

Un grupo cada vez más reducido permanecía varado en el puente internacional fronterizo esperando ingresar legalmente a México, aunque el acceso era a cuentagotas dando prioridad a mujeres y niños.

Del viernes al domingo se han atendido 1.028 solicitudes de refugio en el paso fronterizo, según Gobernación.

En el lugar los migrantes eran poco más de medio millar, estimó la AFP, en comparación con los más de 4.000 que llegaron el viernes.

El gobierno hondureño, en tanto, acusó a la oposición política de convocar a la caravana para provocar ‘ingobernabilidad’ en el país, señalando como instigador a Bartolo Fuentes, un exdiputado coordinado por el expresidente y líder izquierdista, Manuel Zelaya.

Pero Fuentes aseguró a la AFP que lo que hizo fue reproducir en su Facebook un afiche –que no sabe quién divulgó en varias redes sociales–, invitando a la “Caminata del migrante” con un slogan: “No nos vamos porque queremos, nos expulsan la violencia y la pobreza”.