El secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, se reunió este martes en Riad con el rey Salmán y el príncipe heredero Mohamed Bin Salman para abordar la desaparición del periodista Jamal Khashoggi, un caso en el que las autoridades sauditas están de acuerdo en la necesidad de una investigación “exhaustiva”.

Mike Pompeo y Mohamed Bin Salmán mostraron una amplia sonrisa en la primera de sus dos reuniones previstas este martes.

Riad y Washington son “antiguos y fuertes aliados”, dijo el príncipe heredero saudita. “Enfrentamos juntos los desafíos, ya sea en el pasado, el presente o el futuro”, añadió, según periodistas que asistieron a la llegada de Pompeo al palacio real saudita.

La portavoz del departamento de Estado, Heather Nauert, que acompaña a Pompeo, declaró que Riad estaba de acuerdo en la necesidad de una investigación “exhaustiva” sobre la desaparición del periodista saudita Jamal Khashoggi hace dos semanas después de que entrara en el consulado saudita en Estambul.

Pompeo y su homólogo saudita Adel Al Jubeir coincidieron en “la importancia de una investigación exhaustiva, transparente” y en un tiempo razonable, precisó la portavoz.

Poco antes, Pompeo se entrevistó con el rey Salmán, en una reunión que duró solo unos veinte minutos, según señalaron varios periodistas.

“Espero que usted se sienta cómodo aquí”, declaró el soberano saudita al inicio del encuentro. Pompeo por su parte le “agradeció” haber “aceptado” su visita, por pedido de Donald Trump.

Estos encuentros tienen lugar después de que las autoridades turcas registraran el lunes por la noche el consulado saudita en Estambul, donde el periodista saudita fue visto por última vez el 2 de octubre.

Según responsables turcos, Khashoggi fue asesinado por agentes del Reino, lo que Riad niega.

La policía turca también registrará la residencia del cónsul saudita, situada muy cerca del consulado, según indicó el martes una fuente diplomática, aunque no precisó cuándo.

El lunes, tras haberse entrevistado por teléfono con el rey Salmán, Trump sugirió que la desaparición de Jamal Khashoggi, periodista crítico con el poder saudita que colaboraba con el diario Washington Post, “podría ser obra de elementos descontrolados”.

Según varios medios estadounidenses, Arabia Saudita se planteaba admitir que Khashoggi murió durante un interrogatorio en el consulado en Estambul.

Según CNN, que citó dos fuentes anónimas, Riad habría preparado un informe para tratar de minimizar su implicación en la desaparición de Khashoggi.

Según el Wall Street Journal, esto permitiría a la familia real “deshacerse de una implicación directa” en la muerte de Khashoggi.

Levantar la “inmunidad”

Desde la ONU, la Alta Comisionada de Derechos Humanos, Michelle Bachelet, reclamó el martes levantar la inmunidad a los responsables sauditas que podrían estar implicados en el caso.

“Teniendo en cuenta la gravedad de la situación en torno a la desaparición de Khashoggi, estimo que la inviolabilidad o la inmunidad de los locales y de los funcionarios concernidos acordada por tratados como la Convención de Viena de 1963 sobre las relaciones consulares tendría que ser levantada inmediatamente”, dijo Bachelet en un comunicado.

El lunes por la noche, para el registro del consulado saudita, los policías turcos llegaron en seis vehículos y entraron inmediatamente al edificio para efectuar el registro.

Al cabo de ocho horas, los miembros del equipo turco abandonaron el lugar a bordo de sus vehículos, llevándose consigo muestras, principalmente de la tierra del jardín del consulado, según un responsable presente en el lugar.

El periodista, exiliado en Estados Unidos desde 2017 y conocido por sus críticas hacia el poder saudita, acudió al consultado el 2 de octubre para realizar los trámites para casarse con Hatice Cengiz, de nacionalidad turca.

Repercusiones económicas

Trump, gran aliado de Riad, consideró el sábado, por primera vez, que podría ser posible que Arabia Saudita estuviera implicada en la desaparición y amenazó a ese país con un “castigo severo”.

Por su parte, Arabia Saudita prometió el domingo responder a posibles sanciones.

El caso Khashoggi está teniendo ya repercusiones en la economía saudita, después de que algunos inversores se estén desvinculando de los proyectos faraónicos del príncipe heredero.

El millonario británico Richard Branson decidió congelar sus proyectos en el país. Y varias personalidades decidieron no participar en la segunda edición del foro Future Investment Initiative, el llamado “Davos en el desierto”, que se celebra en Riad del 23 al 25 de octubre.