La jefa de policía de Minneapolis dimitió este viernes en medio de un escándalo por la muerte de una mujer australiana que había llamado para reportar un posible ataque sexual y fue asesinada por un oficial de respuesta de la policía.
La jefa de policía Janee Harteau se enfrentó a críticas sobre su manejo del incidente la noche del pasado sábado, que encendió una protesta internacional.
Harteau apareció ante las cámaras de televisión recién el jueves, cuando dijo que había estado de vacaciones en un lugar remoto de la montaña.
La alcaldesa de Minneapolis Betsy Hodges dijo que pidió la dimisión de Harteau el viernes.
“He perdido confianza en la capacidad de la jefa para llevarnos más lejos. Y de las muchas conversaciones que he tenido con personas en de nuestra ciudad, especialmente esta semana, está claro que ella ha perdido la confianza del pueblo de Minneapolis”, indicó Hodges en un comunicado.
Momentos más tarde la alcaldesa anunció el nombramiento de Medaria Arradondo, antiguo asistente de Harteau, en remplazo de la dimitida oficial. Arradondo ha sido el rostro público del Departamento durante la crisis.
Numerosos funcionarios municipales habían expresado su descontento con la jefa de policía, y algunos sugirieron el viernes anterior que debía abandonar el cargo, afirmó el Minneapolis Star Tribune.
Justine Damond, una profesora de yoga y meditación de 40 años nacida en Sidney, llamó a la policía la noche del sábado tras escuchar ruidos que le hicieron pensar que podría ser víctima de un ataque sexual.