La ONG Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca Más informó este martes que ha documentado 1.300 casos de violaciones a los derechos humanos, incluyendo 200 de torturas, desde abril de 2018 cuando estallaron unas protestas contra el Gobierno que preside Daniel Ortega, quien las neutralizó a la fuerza.

La defensora de ese organismo Linda Núñez explicó que un día como hoy, hace cinco años, el Colectivo Nunca Más inició en Costa Rica su proceso de denuncia de violaciones de parte del Gobierno de Ortega, “sobre todo de aquellas personas que se vieron obligados a dejar Nicaragua por la persecución y amenaza de ese régimen” en su país.

Desde entonces y hasta la fecha, dijo, han atendido al menos “1.300 casos relacionadas con estas violaciones” de derechos humanos en Nicaragua.

En abril de 2018 miles de nicaragüenses salieron a las calles a protestar por unas controvertidas reformas a la seguridad social, que luego se convirtieron en una exigencia de renuncia de Ortega tras responder con la fuerza.

Las protestas dejaron al menos 355 muertos según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), aunque organismos nicaragüenses elevan la cifra a 684, mientras que Ortega reconoce que fueron “más de 300” y mantiene que se trató de un intento de golpe de Estado.

Según el Colectivo, “cada manifestante se convirtió en defensor de sus derechos humanos, por ello también el régimen los persiguió, asesinó, desterró y expropió”.

“Desde esta fecha han salido” por razones de seguridad “742.000 nicaragüenses que se encuentran en Estados Unidos, Costa Rica, México, España y otros países”, indicó Núñez.

La defensora denunció, además, que en el marco de la crisis más de 3.600 organizaciones no gubernamentales han sido canceladas y confiscadas en su mayoría, 56 medios de comunicación han sido cerrados y más de 250 periodistas se han visto forzados a exiliarse.

“Las violaciones (en Nicaragua) continúan, las distintas poblaciones siguen siendo perseguidas: religiosos, artistas, cualquier persona que hable de libertad y de justicia, por eso no podemos callar, debemos visibilizar y registrar estos crímenes de lesa humanidad”, instó.

Para la activista, la documentación y el acompañamiento a las víctimas es fundamental para alcanzar la justicia.

En ese sentido, destacó que el Colectivo, que llega a su quinto aniversario en el exilio, se creó para documentar la verdad, construir la memoria y alcanzar la justicia en Nicaragua.

“Estos años han sido de arduo trabajo, de grandes aprendizajes y muchas lecciones de vida. No ha sido fácil escuchar testimonios tan dolorosos, documentar tantas injusticias y peor aún documentar nuestros propios testimonios, pero estamos convencidas y convencidos de que nada puede quedar en el olvido. Necesitamos justicia y la vamos a alcanzar”, enfatizó.