El presidente de Brasil, Lula da Silva, se refirió a los incidentes ocurridos en la tarde de este domingo 8 de enero, cuando adherentes del exmandatario Jair Bolsonaro asaltaron las sedes de los tres poderes del Estado.

El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, decretó la intervención en el distrito federal de Brasilia tras la ocupación por la fuerza que adherentes del expresidente Jair Bolsonaro perpetraron en el Congreso Nacional, el Supremo Tribunal Federal y el Palacio de Planalto la tarde de este domingo 8 de enero.

La decisión se concretó luego de una reunión de emergencia con sus ministros de Justicia, de Defensa y de Relaciones Institucionales, donde analizó el asalto a las sedes de los tres poderes en Brasilia.

El decreto de intervención federal en el Distrito Federal regirá hasta el 31 de enero de 2023. La intervención se limitará al ámbito de la seguridad pública. “Puede tomar todos los órganos civiles y militares de la administración pública por todos los medios necesarios para conseguir esta intervención”, detalla el documento.

Lula, quien está de visita en el interior del estado de Sao Paulo, no se encontraba este domingo en Brasilia.

Durante su alocución, el jefe de Estado calificó de “vándalos” a las personas que cometieron las ocupaciones. Aseguró también que estas personas “serán encontradas y castigadas“.

Agregó que “todos saben que hay varios discursos del expresidente -Jair Bolsonaro- apoyando esto, estimuló la invasión de los tres poderes y esto también es su responsabilidad y de los partidos que pertenecen a él”.

Centenares de manifestantes asaltaron edificios estatales

Manifestantes “bolsonaristas” radicales rompieron un bloqueo, entraron en la Explanada e invadieron Congreso Nacional, en Brasilia.

Los manifestantes también lograron invadir el pleno del Supremo Tribunal Federal (STF) y el Palacio del Planalto.

Las inmediaciones del Congreso habían sido acordonadas por las autoridades, pero los “bolsonaristas”, que se niegan a aceptar la elección de Lula, retiraron las vallas de seguridad y decenas de ellos subieron la rampa del edificio para ocupar la azotea.

Finalmente, centenares de partidarios de Bolsonaro lograron asaltar por la fuerza las sedes de los tres poderes del Estado brasileño.