En octubre de 2020, una estudiante de diseño de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo de la Universidad de Buenos Aires, presentó un prototipo de una aspiradora que en el frente tenía una cruz esvástica, como si fuera un objeto similar a un arma de guerra.

El episodio causó indignación en su curso, lo que se magnificó a una ola de críticas e insultos en las redes sociales, incluyendo también a los profesores, a quienes se acusó de ser poco contundentes en sus correcciones.

El departamento jurídico de la facultad tuvo que abrir un sumario e indagar en cómo una alumna universitaria pudo presentar un trabajo con semejante símbolo antisemita en su diseño.

Tras cuatro meses del hecho, la Facultad y la Universidad decidieron optar por un rol más pedagógico con la alumna, por lo que se le contactó con las autoridades del Centro Simon Wiesenthal para que realizara un curso preventivo e intensivo sobre el nazismo, el holocausto y sobre el concepto de antisemitismo, según informó Infobae.

Ariel Gelblung, director para América Latina del Centro Simon Wiesenthal, comentó en una entrevista que habían dos posibles situaciones que se podían encontrar.

“La primera era encontrarnos con alguien que está convencido ideológicamente de lo que significa y lo defienda, con lo cual ahí hay muy poco margen para poder trabajar. Y la segunda, lo que nosotros suponíamos que podía llegar a pasar y que en definitiva es lo que pasó, que esa persona no tenía muy claro qué es lo que la esvástica significa, qué trae detrás de sí este tipo de simbología”, explicó.

La joven de 22 años demostró estar dispuesta y en condiciones de recibir el curso, al tener una entrevista con el director del Centro y la psicóloga Patricia Kossoy.

Gelblung finalmente explicó que la joven utilizó el símbolo ya que una amiga le comentó que su maqueta parecía un cañón de guerra y lo utilizó para reforzar la idea, sin saber exactamente lo que esto significaba.

El curso que tuvo que realizar la joven consistió en charlas y entrega de documentación para informarse sobre la definición de antisemitismo. Gelblung explicó que le enseñaron sobre ideas de justicia y no de venganza, sobre los nazis que llegaron a Argentina y sobre prejuicios discriminatorios, entre otras cosas.

Además, se le entregó a la joven material audiovisual y bibliográfico para que incorporara una base que le permitiera comprender la magnitud de lo sufrido por los judíos.

Entre el material, la joven leyó la historieta Maus y algunas páginas del famoso Diario de Ana Frank.