El martes, momentos de tensión se registraron en la frontera de Perú con Brasil ante la presencia de una caravana de centenares de migrantes, en su mayoría haitianos, en la que también habrían personas de países africanos.

Según relataron testigos a EFE, en la región selvática de Madre de Dios un grupo cercano a los 350 migrantes cruzó el paso Iñapari (Perú) hacia la unidad de Asís (Brasil) en busca de seguir su plan para cruzar el país andino y marchar rumbo al norte.

Fabio Pontes, periodista brasileño que opera en la zona, también reportó a Efe que la situación es “muy dura” y que se disparó después de “una noche de mucha lluvia ante la que no tenían abrigo ni condiciones humanas seguras”.

“Están todos aglomerados en plena pandemia por la covid-19. Es una situación complicada para estas personas, quienes en su mayoría trabajaban en el sur de Brasil pero a los que la crisis de la pandemia les ha obligado a salir y buscar otros destinos. No quieren ir a Perú, quieren cruzar para llegar a México, EE.UU., Canadá o volver a su casa”, añadió.

El hecho quedó al descubierto la mañana del martes tras una noche de lluvias que golpearon el campamento y la caravana por el lado brasileño de la frontera.

Dentro de los disturbios entre autoridades peruanas y migrantes hubo disparos de gases lacrimógenos y empujones. Mujeres y niños formaron parte de la escena.

Según un comunicado del Vicariato, los migrantes quieren que Perú los deje cruzar para poder continuar con los viajes que tienen en mente.

Si las autoridades habilitaran un medio de transporte, la organización reportó que los viajeros pagarían por el servicio.