En México se encuentran investigando el presunto abuso masivo a mujeres detenidas en el Irwin County Detention Center, en el sureño Estado de Georgia, un centro de detención de Estados Unidos.

Según recoge el medio español El País, el canciller Marcelo Ebrard anunció la semana pasada que han estado entrevistando al menos a seis mexicanas, quienes junto a otras mujeres podrían haber sido víctimas de esterilizaciones masivas sin su consentimiento.

Específicamente se habla de histerectomías, cirugías a través de las cuales se le extirpa el útero a una mujer.

Durante una conferencia de prensa del martes pasado, Ebrard señaló “desde luego es algo inaceptable que rechazamos de antemano, aun sin tener toda la información confirmada, cuando la tengamos se las compartimos, pero incluso en Estados Unidos hay toda una reacción importante de muchas organizaciones con las que estamos en contacto y esto tiene que esclarecerse; en su caso, si se confirma, es un asunto mayúsculo, no solo sancionarse, sino tomarse otras medidas”

Fuentes de El País ligadas a la Secretaría de Relaciones Exteriores de México indicaron que si bien por el momento no se han registrado casos en mexicanas, “la investigación sigue en curso”.

La denuncia fue dada a conocer por una enfermera que trabajaba en el centro llamada Dawn Wooten ante el Departamento de Seguridad Nacional (DHS por sus siglas en inglés), tras lo cual diversas organizaciones y congresistas demócratas comenzaron a presionar para que se esclarezcan los hechos.

En su relato, la mujer aseveró que en el centro de detención se practicaron histerectomías masivas a migrantes de diferentes países latinoamericanos. Pero no sólo eso, ya que agregó que se negaron a hacer pruebas de covid-19 a los detenidos y destruyeron documentos médicos.

A su vez, Wooten calificó a uno de los ginecólogos de la institución como un “coleccionista de úteros”.

“Toda la gente a la que ve tiene una histerectomía; prácticamente todo el mundo”, sostuvo la ex trabajadora, añadiendo que algunas de las mujeres le revelaron que no comprendían por qué debían someterse a estas operaciones.

A través de un comunicado de prensa, Nancy Pelosi, presidenta de la Cámara de Representantes, indicó que de ser ciertas las denuncias de las operaciones y las deplorables condiciones descritas en la queja, “serían un abuso impactante contra los derechos humanos”.

En tanto, el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) emitió una declaración en la que señalaron: “En general, las acusaciones anónimas sin pruebas, hechas sin ningún detalle específico comprobable, deben tomarse con el escepticismo apropiado que merecen”.