El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, revocó este miércoles la designación del nuevo jefe de la Policía Federal (PF), tras una decisión judicial que la suspendía por sospechas de que existió “desvío de función”, si bien anunció que recurrirá.

El nombramiento ocurrió en medio de acusaciones de que Bolsonaro intenta interferir en investigaciones policiales que involucran a familiares y aliados.

Alexandre Ramagem, jefe de la Agencia Brasileña de Inteligencia (Abin) y amigo de la familia Bolsonaro, había sido designado el martes y debía asumir formalmente su cargo este miércoles, pero su nombramiento fue suspendido por una decisión judicial.

El juez Alexandre de Moraes, que atendió un pedido del partido opositor PDT, sostiene que es posible que el presidente haya incurrido en un “desvío de función” al nombrar a Ramagem,
desobedeciendo “los principios constitucionales de impersonalidad, moralidad e interés público”, según apuntó en su despacho al que accedió la AFP.

Tras el revés judicial (que puede ser revertido por la propia corte en el futuro), Bolsonaro decidió , mantener a Ramagem en su puesto en la Abin.

“Quien manda soy yo”

En un comunicado, la Abogacía General de la Unión (AGU), que representa los intereses del Estado brasileño, dijo que no iba a recurrir la sentencia, una decisión que desagradó al mandatario.

“Quien manda soy yo”,
dijo Bolsonaro. “Quiero a Ramagem ahí. Es su deber (de la AGU) recurrir. Voy a hacer de todo para poner a Ramagem”, agregó.

Poco antes, en un acto oficial, el mandatario afirmó que espera “en breve” poder cumplir su “sueño” de darle el comando de la PF al jefe de la Abin.

La sustitución del director de la PF desencadenó la renuncia la semana pasada del exministro de Justicia Sergio Moro, que acusó públicamente a Bolsonaro de intentar interferir políticamente en los rumbos de la institución policial, que tiene en curso investigaciones contra familiares y aliados del presidente.

Según Moro, Bolsonaro le dijo que pretendía colocar “a una persona con quien tuviera contacto personal, a quien pudiese llamar, pedirle informaciones, informes de inteligencia”.

Tras las declaraciones de Moro, otro juez de la corte suprema decidió abrir una investigación para determinar si Bolsonaro cometió delitos como prevaricación y obstrucción a la justicia, acusaciones que Bolsonaro niega.

Entre las indagaciones a cargo de la PF que preocupan a Bolsonaro, según la prensa local, figura una abierta en marzo de 2019 que investiga campañas de noticias falsas para amenazar o calumniar a jueces de la corte suprema que contrariaron proyectos del jefe de Estado. De acuerdo con el periódico Folha de S. Paulo, que cita fuentes policiales, Carlos Bolsonaro, hijo del presidente, sería uno de los articuladores de dicho esquema.

“Nuestra Policía Federal no persigue a nadie, a no ser a los criminales”, afirmó Bolsonaro este miércoles al investir oficialmente al sustituto de Moro,
el exabogado del Estado André Mendonça.

Ramagem es agente de la PF desde 2005. Se aproximó a Bolsonaro en 2018, como jefe del equipo de seguridad del entonces candidato después de que este fuera apuñalado durante un acto de campaña. Luego fue asesor de confianza en la Secretaría de Gobierno y a mediados de 2019 fue designado jefe de Inteligencia.