El presidente de Paraguay, Mario Abdo Benítez, abandonó imprevistamente un acto público este martes tras sentir mareos y desequilibrio, síntomas de un cuadro infeccioso que podría ser dengue, informó a periodistas el ministro de Salud, Julio Mazzoleni.

“En ningún momento perdió el conocimiento, solo estuvo somnoliento. Por el momento los síntomas sugieren un cuadro infeccioso, ahora esperamos los resultados”, explicó el ministro, agregando que el “leve malestar general” del mandatario incluyó 38,8 grados de fiebre.

Mazzoleni, que también es médico, no descartó que el diagnóstico de Abdo Benítez sea dengue. Pero matizó la posibilidad.

“El presidente es muy sano, no posee ninguna enfermedad conocida y no consume medicamentos. No está en los grupos vulnerables”,
precisó el secretario de Estado intentando llevar tranquilidad a la población.

Abdo Benítez, de 47 años, fue retirado de un acto público en Alto Paraná (350 km al este en la frontera con Brasil) y trasladado por vía aérea a su residencia de Asunción, donde se someterá a chequeos y análisis de sangre, informó un portavoz de Presidencia a periodistas.

Los médicos le dieron reposo por 48 horas, pero “toda la agenda de la semana fue anulada”, añadió el portavoz.

El dengue se contagia por la picadura del mosquito aedes aegypty a través de cuatro serotipos, uno de los cuales (el serotipo 2) produce riesgo de vida.

“Esta temporada prolifera el serotipo 4 que en general no requiere internación”, precisó a la AFP el médico Guillermo Sequera, director de Vigilancia de la Salud.

La epidemia, que recrudeció con fuerza en enero, dejó hasta el momento dos fallecidos confirmados, en tanto otros 14 murieron bajo sospecha de la enfermedad, reveló Sequera.

En consonancia, los hospitales públicos y privados no dan abasto por las consultas de pacientes que acuden con cuadros febriles, observó la AFP.