El presidente saliente de Brasil, Michel Temer, firmó este viernes la extradición del exmilitante de izquierda Cesare Battisti a Italia, donde está condenado a cadena perpetua por cuatro asesinatos en los años 70.

“Sí, el presidente de hecho firmó la extradición de Cesare Battisti”, informó a la AFP una fuente de la Presidencia, sin dar más detalles.

Battisti, que tiene su residencia en el litoral del estado de Sao Paulo, está en paradero desconocido desde que el jueves por la noche un juez de la corte suprema brasileña ordenara su detención con fines de extradición.

La orden de prisión preventiva, pedida por la Fiscalía General de Brasil, fue expedida por el juez Luiz Fux, del Supremo Tribunal Federal (STF), para evitar cualquier “intento de fuga” ante una eventual extradición.

Este viernes, efectivos de la Policía Federal desplegaron un operativo para localizar al exactivista, sin que por el momento haya sido encontrado ni declarado oficialmente forajido.

Poco antes de conocerse la firma de la extradición, la defensa de Battisti presentó un recurso ante la corte suprema, pidiendo la “revisión de la decisión” del jueves en un último intento de detener su envío a Italia, según informó a la AFP su abogado Igor San’Anna Tamasauskas.

El letrado afirmó, sin embargo, no saber dónde estaba su cliente, con quien dijo no haber conversado desde finales del mes pasado.

Battisti, de 63 años, fue condenado a cadena perpetua en Italia por cuatro homicidios en la década de 1970, como miembro del grupo Proletarios Armados por el Comunismo (PAC).

El exactivista, que niega todos los cargos en su contra, pasó unas tres décadas fugitivo entre México y Francia, donde desarrolló una exitosa carrera como escritor de novelas policiales, antes de huir en 2004 a Brasil, donde se casó con una brasileña y tuvo después un hijo, nacido en 2013.

En 2010, la justicia autorizó su entrega a Italia, pero el entonces presidente Luiz Inácio Lula da Silva le concedió, un día antes de concluir su mandato, el estatuto de refugiado político.