La justicia peruana postergó este domingo una audiencia en que debía decidir si enviaba a prisión preventiva por 36 meses a la líder opositora Keiko Fujimori, por supuestos aportes ilegales del gigante brasileño Odebrecht a su campaña de 2011.

Cuatro días después de ser liberada por una corte de apelaciones tras pasar una semana detenida por el mismo caso, la hija mayor del expresidente Alberto Fujimori (1990-2000) volvió a comparecer este domingo ante un tribunal.

Apenas iniciada la audiencia, la defensa alegó que faltaban documentos que debió entregarle la fiscalía y pidió más tiempo para preparar sus argumentos, lo que fue concedido por el juez Richard Concepción Carhuancho “a fin de garantizar a cabalidad el derecho de defensa”.

“Se me pretendía acusar con un documento al que le faltaban 500 páginas”, se quejó Keiko en rueda de prensa el domingo en la noche.

Keiko se retiró de la sede del tribunal sonriendo, de la mano de su marido Mark Vito Villanella, tras el abrupto término de la sesión, al mediodía. El juez indicó que anunciará el lunes cuándo se reanudará la audiencia.

El pedido de la fiscalía de prisión preventiva por 36 meses, el máximo plazo contemplado por la ley, amenaza la aspiración de Keiko de ser candidata presidencial, por tercera vez, en 2021.

“La prisión es para los culpables, no para los procesados”, expresó Keiko, de 43 años, la principal líder política de Perú.

“¿Cómo pretenden que nos defendamos si todavía no sabemos de qué se nos acusa?”, añadió.

Su abogada, Guiliana Loza, exigió al juez Concepción Carhuancho que se recusara, para que la causa pasara a otro tribunal, lo que el magistrado rechazó.

Cuatro expresidentes

El fiscal de lavado de activos José Domingo Pérez pidió el viernes prisión preventiva para 12 dirigentes y cuadros fujimoristas, encabezados por Keiko, a quienes acusa de recibir y encubrir 1,2 millones de dólares de la empresa brasileña Odebrecht a la campaña electoral de Keiko en 2011.

La petición debe ser resuelta por Concepción Carhuancho, titular del Primer Juzgado de Investigación Preparatoria, a quien Keiko acusa de estar confabulado con el fiscal Pérez.

“Se me está privando el derecho constitucional de tener un juez imparcial”, afirmó Keiko, quien fue candidata presidencial en 2011 y 2016.

Perdió las dos veces en segunda vuelta en 2011 ante Ollanta Humala (2011-2016) y en 2016 frente a Pedro Pablo Kuczynski (2016-2018), quienes también son investigados por supuestos aportes de Odebrecht.

Otros dos expresidentes peruanos también están bajo la lupa de la fiscalía por la misma causa: Alejandro Toledo (2001-2006), quien escapó a Estados Unidos, y Alan García (2006-2011).

Mensaje de expresidente Fujimori

Un exjefe de Odebrecht en Lima, el brasileño Jorge Barata, declaró ante fiscales peruanos que su empresa repartió dinero entre Keiko y los cuatro expresidentes en las campañas de 2006 y 2011, aunque todos ellos lo niegan.

Además de Keiko, Ollanta y su esposa Nadine Heredia han sido los únicos en ir a prisión preventiva por el escándalo de Odebrecht en Perú, pues permanecieron en prisión preventiva durante nueve meses.

El fiscal Pérez pidió la prisión “preventiva” para Keiko después de ser liberada el miércoles por una corte de apelaciones tras pasar una semana en prisión “preliminar”.

Los líos judiciales de los Fujimori vienen conmocionando a los peruanos desde hace casi un año, lo que ha afectado la popularidad de Keiko.

“Es inaceptable que se criminalice la política en nuestro país”, dijo Keiko.

También ha perdido apoyo su partido, Fuerza Popular, que gracias a su cómoda mayoría en el Congreso mantuvo maniatado al entonces presidente Kuczynski en sus 20 meses de gobierno hasta forzarlo a renunciar en marzo.

Sin embargo, el actual presidente Martín Vizcarra ha contenido los embates del Congreso, ganando popularidad por enfrentarlo abiertamente.

Keiko también libra una guerra fratricida con su hermano Kenji, de 38 años, por el legado político de su padre, quien este domingo expresó su esperanza de que sus hijos se reconcilien.

“Saber que mis hijos se han abrazado en medio de momentos tan duros es motivo de una paz inmensa en mi alma”, dijo el patriarca del clan, en un mensaje de audio, en alusión a la visita que hizo Kenji a su hermana hace una semana mientras estaba detenida.

El exgobernante, de 80 años, pidió que Keiko enfrente su proceso en libertad.

“Como padre solo pido por favor un proceso justo para mi hija, nada más”, dijo el expresidente, quien está internado en una clínica en calidad de detenido desde que hace dos semanas la justicia anuló el indulto que obtuvo en diciembre mientras cumplía una condena de 25 años por crímenes contra la humanidad y corrupción.