El gobierno de Nicaragua ha emprendido una fuerte persecución contra los sectores que participan en las protestas mediante capturas, desapariciones y quema de propiedades, mientras vende la “falsa” imagen de normalidad en el país, acusó este martes un movimiento opositor.

“Básicamente hay amenazas, capturas, desapariciones, saqueos y quemas de casas de opositores”, declaró a la agencia internacional Agence France-Presse (AFP) el exdiputado José Pallais, dirigente del opositor Frente Amplio por la Democracia (FAD).

La intención del gobierno es “extinguir todas las voces críticas, hacerlos desaparecer”, señaló Pallais, quien dijo que varios opositores han sido capturados, las casas de al menos tres fueron saqueadas y dos quemadas, en medio de la represión a las protestas.

El FAD rechazó “estas nuevas formas de represión, intimidación y persecución”, en un comunicado leído en conferencia de prensa por su coordinadora, Violeta Granera.

“Esto ha incrementado la cifra de desaparecidos, así como de prisioneros de conciencia que enfrentan, en procesos ilegales, cargos de terrorismo formulados por la Fiscalía, después de haber sido detenidos arbitrariamente y llevados a cárceles clandestinas”, agregó.

Nicaragua sufre “una de las mayores persecuciones en la historia contra la población civil, una verdadera cacería de manifestantes”, indicó un informe publicado este martes por el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh).

Unas 1.900 personas fueron detenidas en el marco de la represión contra las protestas, de las cuales 488 siguen presas y 98 fueron criminalizadas, apuntó el informe.

Los capturados son acusados de “terrorismo” y otros delitos en base a una Ley aprobada el 16 de julio, que penaliza hasta con 20 años de prisión “la alteración del orden constitucional”, denunció la organización.

El presidente Daniel Ortega dijo el martes, en una entrevista con CNN, que Nicaragua está volviendo a la normalidad después de más de tres meses de protestas, que han dejado 195 muertos -según el gobierno- y más de 300, según grupos de Derechos Humanos.

“Lejos de esa falsa imagen de paz”, además de muertos hay más de 2.800 heridos y cerca de 600 desaparecidos, sostuvo el FAD.

Por su lado, la Fiscalía anunció el lunes que investiga a 10 opositores por apoyar las protestas, entre ellos a los líderes estudiantiles Lesther Alemán, Víctor Cuadra y el opositor Jorge Solís, miembros de la opositora Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia que participa en un diálogo con el gobierno.

También pretenden ser incriminados la dirigente liberal Kitty Monterrey y seis dirigentes de la disidencia sandinista, entre ellos la exguerrillera Dora María Téllez y el exdiputado y exvicecanciller Víctor Hugo Tinoco.

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) dijo la semana pasada que Nicaragua vive una tercera fase de represión que se traduce “en un proceso intenso de criminalización de los manifestantes”.