Tenía tan solo 13 años y una vida por delante, pero se la arrebataron en manada. Los sujetos quienes la violaron no tuvieron piedad, al punto en que su salvajismo causó serias lesiones en sus genitales. Murió desangrada según cuentan sus padres, quienes la vieron sufrir sin poder hacer mucho para aliviarla.

El sitio de noticias español 20 minutos difundió el suceso. La violación ocurrió el pasado 21 de julio en Maryland, al sureste de Liberia y sumado al delito, una deficiente atención sanitaria aceleró la muerte de la niña, quien se quejaba de fuertes dolores de estómago y cadera.

Y si resulta increíble que la clínica más próxima para atenderla quedara a dos horas de distancia a pie, más lo es aún que no haya una sola captura luego del vejamen cometido. La policía liberiana dice que ya puso a una unidad especializada tras la pista de los hechores. “Queremos sentar un precedente de que los niños no son juguetes sexuales”, dijo un portavoz policial sobre el caso.

Sin embargo, la falta de atención médica y los pocos resultados en la investigación, tienen a las oenegés locales presionando a través de la prensa internacional.

“Las autoridades fueron lentas en responder al problema de la niña, lo que la llevó a desangrarse durante horas”. Fueron las declaraciones de Amos Sackie, un trabajador social de la región donde ocurrió el ataque sexual y posterior muerte.

El activista juvenil Martin Kollie declaró en sus redes sociales: “No puedo superarlo. Pasé una noche en vela porque esta menor pudo ser mi hermana pequeña”. Eran sus palabras, anunciando que envió mensajes para su gobierno y a organizaciones locales e internacionales para denunciar el caso y obtener respuestas.

TeleSur
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Los estigmas que impiden denunciar a violadores

Ya en 2016 advertían de la escalofriante cifra: un 75% de las mujeres en Liberia declararon haber sido víctimas de violación según un informe de la ONU desde ese país de África occidental.

Un año antes, las estadísticas daban cuenta de más de 800 denuncias por ese delito, pero sólo 34 personas fueron arrestadas en conexión con el mismo. Por otra parte, se suma a la difícil situación, los estigmas que causan el silencio cuando era oportuno denunciar.

Un alto comisionado de las Naciones Unidas, citó los resultados de una encuesta hecha a mil personas en Liberia.

El 75% de los varones ve a los hombres como superiores a las mujeres. Lo más preocupante es que los encuestados eran escolares menores de edad.

Otro de los alarmantes datos arrojados por el sondeo, tiene que ver con la concepción del delito de violación que tienen los escolares liberianos.

El 46 por ciento de varones y el 34% de las mujeres dijeron que el abuso sexual y la violencia de género son “una parte normal en las relaciones entre hombres y mujeres”.

La actual ley liberiana contra la violación no permite la salida bajo fianza, pero ni eso detiene a los agresores.

Glenna Gordon | Agence France-Presse
Glenna Gordon | Agence France-Presse

Uno de los casos que reviste de mayor ejemplo de impunidad es el de un congresista liberiano, quien fue acusado de violación por su sobrina de 12 años, pero pese a ser citado y haber declarado varias veces ante las autoridades, este no ha sido formalmente acusado. Es otra de las razones que llevarían a las mujeres a guardar silencio, tras sufrir un ataque sexual.

Por lo anterior, sólo queda la denuncia internacional y la queja de los ciudadanos del mundo para presionar a las autoridades de ese país africano.

ABC España
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