El líder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Timoleón Jiménez, valoró el acuerdo alcanzado con el gobierno de su país y lo calificó como el fin de su organización como grupo armado.

Jiménez señaló que el pacto alcanzado “significa ni más ni menos que el fin de las FARC como grupo armado“.

El conflicto involucró a guerrillas, paramilitares y agentes del Estado, con un saldo de 260.000 muertos, 45.000 desaparecidos y 6,9 millones de desplazados.

Este es el cuarto intento de sellar el fin de la guerra con las FARC, surgidas de una sublevación campesina en 1964, luego de tres fracasos: en 1984, con Belisario Betancur, y en 1992 y 1999, con los presidentes César Gaviria y Andrés Pastrana, respectivamente.

“Han sido más de 30 años de intentos de poner punto final al conflicto con las FARC y hoy hemos dado el paso más definitivo en esta dirección”, dijo Juan Manuel Santos, presidente de Colombia, en La Habana.

El mandatario explicó que “no solamente se acordó el fin de las confrontaciones con su cese al fuego y hostilidades bilateral y definitivo, sino que también se definió el cronograma para que las FARC dejen las armas para siempre”.

El acuerdo alcanzado corona tres años y medio de negociaciones en La Habana con una agenda previamente acordada de seis puntos, y aún cuando restan asuntos por consensuar, el cese al fuego y la dejación de las amas, parecía el más difícil.

“Hoy se abre un nuevo capítulo que nos devuelve la esperanza, que nos permite empezar a cicatrizar las heridas”, y “debe dar tranquilidad a todos los colombianos”, dijo Santos.

Adelantó que “el acuerdo final lo firmaremos en Colombia y hoy quiero agradecerle finalmente a Cuba, al presidente Raúl Castro, nuestro generoso anfitrión”.