La panelista de "Zona de estrellas" se refirió a las acusaciones de su marido Jorge Valdivia y entregó su versión de los hechos acontecidos el pasado 23 de febrero, donde el exjugador asegura que la modelo "destruyó" especies encontradas en su actual residencia.

La modelo Daniela Aranguiz se refirió a las acusaciones de su marido Jorge Valdivia en su contra, donde este afirmaba que la mujer habría “destruído y sustraído especies” de su actual residencia.

En un comunicado publicado a través de su cuenta de Instagram, Aranguiz afirmó que durante su relación fue víctima de maltrato psicológico, físico y verbal “en reiteradas ocasiones”.

Respecto a este punto, la modelo dijo que los maltratos también consistían en “manipulación y vulneración”, pues, según explica, “estaba lejos de mi círculo de contención”. Además, afirmó que postergó su vida profesional y personal para “entregarle soporte a su familia”.

La modelo también entregó su versión de los hechos acontecidos el pasado 27 de febrero cuando tuvieron un altercado en la vía pública donde personal de Carabineros tuvo que intervenir.

“Mi cónyuge se encontraba estacionado para pedirme explicaciones a raíz de un live de Instagram (…) al conversar con él comencé a recibir insultos por su parte derivando en maltrato físico”, escribió.

Respecto a las recientes acusaciones de Valdivia, que habría ocurrido el 23 de febrero, Daniela aclaró que estas eran falsas, esto, pues tras tener un encuentro íntimo se reunieron a conversar para hablar de la situación de su relación matrimonial.

Aranguiz excusó que tras esperar por una hora a Valdivia decidió ir hasta su actual residencia a buscarlo, donde asegura que ingresó con una llave que el mismo le entregó. Sin embargo, al ingresar tuvo una crisis de pánico y ansiedad gatillada por encontrar objetos de otra mujer en su actual residencia, estaba “totalmente inhabilitada para realizar cualquier tipo de acción de las que se me acusa”.

Daniela Aranguiz también aseguró en el comunicado que aún mantenía una relación esporádica con su marido, a pesar de haberse separado “de palabra”.