Bueno para la ‘talla’ y sin miedo a hacer el ridículo. Así recuerdan a Felipe Camus quienes vieron Calle 7 (TVN), un programa juvenil emitido entre 2009 y 2013, de lunes a viernes, en horario diurno.

El espacio, que fue uno de los más exitosos del canal estatal -llevándose, incluso, cuatro Copihues de Oro consecutivos-, tuvo por conductores a Martín Cárcamo y a Jean Philippe Cretton, dos comunicadores que hoy se apartaron de la televisión juvenil.

El formato incluía a participantes que, día a día, debían pasar pruebas grupales e individuales para mantenerse en el programa y obtener un gran premio final. Así fue como llegaron a la fama concursantes como Valeria Ortega, Francisco Puelles, Eliana Albasetti, Laura Prieto y Philippe Trillat.

Pero Felipe ‘Chico’ Camus sobresalía de todos. Y es que su personalidad producía que los televidentes lo aclamaran y lo apoyaran en la mayoría de las votaciones del público. Con esto, sumado a su agilidad y fortaleza física, logró ganar la cuarta y la undécima temporada del programa.

No obstante, el programa llegó a su fin y no había vuelta que darle. A pesar que, por un tiempo, los fanáticos pedían por redes sociales su vuelta, después de la temporada 12, Calle 7 nunca más fue emitido.

Los concursantes siguieron sus vidas. Algunos se dedicaron a animar eventos, trabajar en teleseries e, incluso, introducirse en el mundo de la farándula criolla. Pero Felipe Camus no. Él decidió seguir con sus sueños, aunque eso le significó un esfuerzo mayor.

La nueva vida del ‘Chico’

“Estoy viviendo un sueño”. Con esa frase, el exrostro de TVN explica a BioBioChile que está en su mejor momento.

Se fue del programa juvenil y en el canal estatal le ofrecieron ser parte de Noticreo, otro espacio dedicado a los adolescentes en el que se trataban temas virales. Pero las cifras no resultaron y el estudio decidió cerrar sus puertas por fuera. Camus debía proponerse nuevas metas.

Así fue como llegó a su trabajo actual en Bolivia. En el país vecino conduce el exitoso programa Calle 7 (Unitel), basado en el mismo formato del extinto espacio chileno.

“Estoy cumpliendo el sueño tan anhelado que tenía y por el que tanto trabajé en Chile”, afirma Camus. Y es que desde los 19 años ha estado delante de las cámaras. Su objetivo siempre fue conducir un programa. Sea donde sea.

Detalla, eso sí, que estar a cargo del espacio en el país vecino “es una tremenda responsabilidad”, pues asegura que Calle 7 es el programa más exitoso de Bolivia. “Acá es lo más visto. Tenemos un margen de rating que supera los 20 puntos”, dice.

¿En Bolivia?

Nadie es profeta en su propia tierra, dicen. Esto bien lo sabe Camus. Hoy, a sus 30 años, se convirtió en uno de los rostros de televisión más influyentes de la nación altiplánica. “No soy el más importante”, dice humildemente.

Pero… y ¿por qué no pasó esto en Chile? Su visión es clara. Piensa que “la televisión en Chile va muy rápido. No hay tiempo para aprender en el camino”.

Camus explica que en nuestro país “hay más competencia. Hay muchas otras personas con el doble de talento que yo e, incluso, hasta con más pinta que yo”.

Según reflexiona, irse a trabajar a Bolivia fue una de sus mejores decisiones. Y es que asevera que en la televisión nacional “tienen miedo a equivocarse y no apuestan por gente joven. Ellos sólo dan espacio a la gente que ya saben que funciona”.

Pero eso trae una serie de dificultades. Convengamos que el acento y los modismos de los chilenos son muy distintos a los que manejan los bolivianos. ¿Cómo lo hace?

Problemas y cambios

Camus asegura que dejar a su familia no fue un problema, pues el oriundo de Valparaíso se alejó de ellos cuando recién tenía 18 años producto del trabajo. Las complicaciones surgen por otras aristas…

“Tengo que ser mateo, aprender, estudiar”, dice respecto de su rutina. Y es que aparte de las grabaciones y eventos diarios, todos los días intenta conversar con los bolivianos para no hablar en “chileno” durante el programa.

“Intento sacarme los modismos. El ‘po’, el ‘cachai’, el ‘me entendí’, el ‘wena po’, son cosas que no puedo decir. No tengo que hablar así, porque la gente no me entendería”, afirma.

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Los “nervios”, según dijo, son otro problema. “Nunca había animado un programa así, de esa envergadura. Calle 7 es un programa de muchas aristas, hay tensión, hay diversión, estamos llorando. Entonces tienes que tener la posibilidad de ser un camaleón y estar en todas”, asegura.

Pero si hay algo con lo que los fanáticos de Camus han estado sorprendidos, es con su increíble cambio. Y es que si bien en su interior continúa el ‘Chico’ bueno para la ‘talla’, por fuera ya no se nota tanto. Dice que tiene “que ser un poco más serio”.

“Ha sido súper orgánico este cambio en mí. Siento que es la madurez televisiva que es espontánea en mi vida”, justifica. Y es que admite que “antes, yo necesitaba mostrarme más, estar haciendo personajes. Ahora cumplo otro rol en la televisión”.

Ese papel de ‘payaso’ ahora queda para otros. Para quienes deban interpretarlo. Por ahora, a Felipe no le toca. “Ya no me siento presionado por ser el chico que tiene que hacer reír”, finaliza.

Hacer algo con alegría y con el solo fin de entretener 😂@callesietebolivia

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Aunque ustedes No lo crean, nuestro presentador Felipe también conoce la seriedad.

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