El matrimonio compuesto por el conductor de televisión Rafael Araneda y la comunicadora Marcela Vacarezza conversó el fin de semana con sus amigos personales Angélica Castro y Cristián De La Fuente en la segunda temporada del programa “Con amigos en casa” transmitido por el canal TV+. En la ocasión contaron que se acaban de ir a vivir a Miami y la gran pena enfrentan: su hija mayor, Martina, decidió quedarse estudiando en Chile. Además, hablaron sobre la agresividad hoy en día en redes sociales.

Araneda y Vacarezza, quienes se acaban de ir a vivir a Miami, contaron que tenían intención de cambiarse de país el año 2021, pero que por las circunstancias decidieron adelantar su viaje.

“No tenemos ni un cuadro, sólo hay cajas y maletas, viene el container con muchas cositas de Chile. Nosotros teníamos la intención de venirnos, pero en enero del próximo año, incluso marzo, cuando lo niños terminaran el colegio”, reveló.

“Pero esto del coronavirus llegó de sorpresa y nos encontramos encerrados en la casa, dijimos: ‘¿qué estamos haciendo en Chile?’, ¿porqué no adelantar el tema?’, y apuramos no más, no le dimos más vuelta”, dijo Marcela.

Martina, la hija mayor de ambos, decidió quedarse estudiando en Chile, lo que ha sido muy difícil para sus padres.

“Es súper difícil, pero siempre se dice que uno tiene que aprender a soltar, que los hijos son prestados y que en algún minuto van a hacer su vida. Martina entró a estudiar derecho, está haciendo lo que ella quiere, lo que le gusta”, señaló Vacarezza.

“Por el minuto es su decisión, pero ella sabe que en cualquier minuto que ella quiera, se puede venir. Lamentablemente, es una carrera que donde se estudia es donde tiene que trabajarla, no es muy fácil, no hay ramos que se convalidan. Hay que apoyarla, pero pucha que se extraña”, añadió.

El descargo de Martina

Hace unos días, Martina dijo públicamente que se había aburrido de que la descalificaran por quienes eran sus papás. Al respecto, Rafael dijo que está muy orgulloso de su hija por su fuerza y entereza.

“Me encantaría poder tener la varita mágica en situaciones de riesgo, de preocupación, no tengo esa varita mágica, pero al no tenerla, me ha sorprendido la Martina, con la fuerza y la entereza que ha enfrentado estas situaciones y otras que no han sido públicas. Cuando a nosotros nos asaltaron ella fue a tribunales hizo lo que el fiscal le pidió, ella tenía una convicción y lo fue a cumplir a tribunales. Le pusieron a estas ratas al frente y tuvo que reconocerlos, esta chiquilla es valiente”, expresó.

Marcela agregó que “se aburrió y ahí cachó también que a ella le dicen: que muérete, que tus papas son aquí, que eres una tonta, que tú tienes plata y dijo: ‘¿por qué voy a tener que aguantar esto?’ y se aburrió e hizo un video”.

“La Martinita yo creo, que lo que ella refleja, es lo que hemos vivido todos, hay una agresividad en redes sociales que es tremenda, y que en Chile se está viviendo muchísimo, no porque lo vivamos va a ser normal, no lo normalicemos”, añadió.

Rafael dijo, en este sentido, que le daba rabia la inconsecuencia de quienes marchan y después critican al de al lado. “Se habla tanto de empatía, se marcha por la empatía, por la sororidad, por los derechos de las personas, pero la incoherencia del que marcha y luego agarra el teléfono y escupe al de al lado, no lo voy a soportar, manifestó.

“Voy a apoyar a mi hija siempre, a mí el incoherente sí que es crucificable, el que dice: ‘vivan los derechos de las personas’, y en su fuero interno agarra un teléfono y hace parir al de al lado porque no piensa como él. Yo lo detesto”, comentó.

Festival de Viña

Sobre el festival de Viña del Mar, Rafael dijo que lo que más le gustó fue el proyecto y que lograron posicionarlo más allá de las fronteras. “Es un escenario muy entretenido, muy desafiante, pero también es como reality donde todo se magnifica, donde una pifia pasa a ser abucheo, donde un aplauso pasa a ser una ovación, es parte de nuestro carnaval, es Viña”, expresó.

“Haber formado parte de Viña durante tantos años, a mí me encantó. Más que el escenario me encantó el proyecto, logramos darle valor, posicionarlo más allá de nuestras fronteras, para mí fue un privilegio”, añadió.

Por su parte, Marcela dijo que le da pena que se hayan acabado las galas de Viña del Mar. “A mí me da pena que las galas se hayan perdido, Chile cambió, estamos en otra situación, pero creo que hoy en día no nos damos tiempo para la frivolidad que no es mala, de repente, para reírnos, para las cosas más light, hoy se castigan mucho y las galas eran súper vistas”.