En los últimos días el nombre de Martina Araneda, la hija mayor de Marcela Vacarezza y Rafael Araneda, se volvió viral en las redes sociales luego que enviara un potente mensaje a quienes la critican debido a la fama de sus padres.

“Me aburrí. Paremos con las descalificaciones gratuitas y dediquemos nuestro tiempo a ser, cada uno, mejores personas”, comenzó señalando la joven de 19 años junto a un video en Instagram.

“Me aburrí que me desclasifiquen por quienes son mis papás, por mi lugar de nacimiento, por mi forma de vivir la vida, por mi físico, por mi pelo, por mi cara, por mi ropa. Lo recibo seguido. No es que me cambie mi forma de pensar, pero no logro entender la mala onda”, agregó.

“No logro entender por qué una persona me sigue y se da el tiempo de ver lo que subo, para después tratarme de payasa, de cuida c*lia, de tonta de mierda (sic)”, sostuvo.

Cabe señalar que Martina se quedó en Chile, mientras que el resto de su familia se fue a vivir a Miami. En conversación con LUN, la estudiante de Derecho de la Universidad Católica explicó por qué decidió subir el video, apuntando a las críticas que constantemente recibe en las redes sociales.

“Toda la crítica está basada en un prejuicio, lo que se ve desde afuera y simplemente que eres cuica, entonces no hay argumento en ese tipo de comentarios. Me molesta tener que pensar qué voy a subir a mis redes sociales por miedo a que me critiquen o me tiren mala onda. O que no puedo opinar desde mi posición de privilegio. Se acabó, no lo pienso más”, comenzó señalando.

Si bien admitió que pensó en dejar su cuenta en Instagram como privada, finalmente decidió no hacerlo. “¿Por qué? ¿por qué debería hacerlo? Que mi perfil sea público no le da el derecho a otro de opinar algo de mí. Ahora, también hay gente que te tira buena onda”, sostuvo.

La joven explicó que decidió subir el video para desahogarse, “decir desde ya que no voy a aguantar más nada, ni descalificaciones, ni mala onda gratuita y, a la vez, que la gente que es criticada en redes sociales deje de normalizarlo, porque no lo es”.

Aunque aseguró que ya no le afectan las críticas, en el pasado, cuando tenía 14 o 15 años, si le dolían. “Me afectó que me compararan continuamente con mi hermana (Florencia), decían que ella y mi mamá son rubias, que en realidad se parecen mucho, y que yo no era tan rubiecita, que no era tan agraciada. Saqué los colores de mi papá”, precisó.

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Del recuerdo. Te extraño!❤

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“En esa época no sabía cómo tomármelo y me preguntaba qué le puedo hacer a mi pelo, cómo puedo estar más flaca, qué ropa me pongo, me hizo cuestionarme lo que comía. Una niña de 15 años no tiene por qué estar cuestionándose esas cosas”, añadió.

Por su parte, Martina aseveró que los hijos de personajes públicos pueden aprovechar su situación para dar voz a otros.

“El ser hija de alguien conocido te da una posición donde la gente te escucha. Tenemos que aprovechar eso para terminar con los prejuicios y hacer algo. Ayudar desde esa vitrina que te da ser hijo de, ayudar con las injusticias”, sostuvo.