“Mucho amor, mucho desamor, mucha lana”. Con esas palabras, y al más puro tono español, la actriz madrileña Claudia Salas adelantó lo que se vendrá en la cuarta temporada de la serie de Netflix Élite, que será estrenada en la plataforma de streaming este 18 de junio.

En la producción creada por Carlos Montero y Darío Madrona, Salas interpreta a Rebeka (con K, su personaje se encarga de aclararlo cada vez que puede), una joven que llega a estudiar al exclusivo colegio Las Encinas, donde sus estudiantes guardan más de un secreto… incluso, de asesinatos.

En sus primeras tres temporadas, las historias giraron en torno a la muerte de Marina (María Pedraza) y Polo (Álvaro Rico), en manos de quienes son sus compañeros. Lo importante, al final de todo, era saber quién fue.

El elenco de personajes de alumnos lo completan Itzan Escamilla, Miguel Bernardeau, Arón Piper, Mina El Hammani y Omar Ayuso, entre varios otros. Aunque se retiraron para esta nueva parte, destacaron también Danna Paola, Ester Expósito y el chileno Jorge López.

En la cuarta temporada se unirán tres nuevos estudiantes, hermanos, que lo remecerán todo… tal como pudo ver BioBioChile en capítulos adelantados. Se trata de los personajes Ari (Carla Díaz), Patrick (Manu Ríos) y Mencía (Martina Cariddi).

Rebeka y Mencía: “Tal como es”

El personaje de Mencía comenzará a revolverle la vida a Rebeka (Salas), quien había tenido una relación sentimental con Samuel (Itzan Escamilla) que no terminó del todo bien.

“Tanto yo como mi compañera Martina (Mencía) y el equipo en general siempre nos lo planteamos desde el punto de contarlo… no desde el acontecimiento que supone estar con alguien de tu mismo sexo, sino que el conflicto principal sea ‘ya he sufrido antes y no quiero volver a sufrir por amor, me da igual que sea una mujer o que sea un chico"”, dijo Salas en una conferencia a la que asistió BioBioChile.

Era, según dijo, “el principal objetivo de parte de todos”. Por eso, advirtió que “quisimos contarlo desde la parte más natural, de conocer a alguien dando igual el sexo que sea. Creo que eso es súper necesario y creo que es muy acertado en el guion y en el proyecto en sí (…) como debería ser, visibilizarlo tal como es”.

Salas explicó que su personaje viene de “una herida” que no está sanada y apareció esta persona que la hizo “temblar todos los cimientos”. En ese caso, señaló, no le quedó “otra que quitarte todas esas capas que te has construido por miedos, por inseguridad de volver a sufrir y dejarte llevar”.

“Es lo que le pasa (a Rebeka) con el personaje de Mencía, que la acoge por banda y no le deja escapatoria. No le queda otra que decir ‘bueno, vale, pues tía ¿dónde voy? y vamos a por ello‘”, apuntó.

Adelantó, además, que “todo eso trae cosas muy bonitas y otras tantas que uno ya se verá. Ha sido un camino y un viaje muy bonito, muy chulo”.