"Un día me levanté y dije no, ahora no hay que preocuparse, hay que ocuparse del destino", aclaró Flores.

En el capítulo de La Divina Comida emitido la noche del sábado, Mauricio Flores recordó los inicios de la pandemia, detallando que tuvo depresión durante esas difíciles semanas.

En el programa de CHV, en el que también estuvieron Paul Vásquez, Chiqui Aguayo y Jenny Cavallo, el comediante -quien fue el primer anfitrión- admitió que la pandemia lo afectó mucho debido debido a que no podía presentarse por las restricciones.

“En abril a mi me vino un bajón, una depresión, porque cada una de las cosas que yo tenía planeadas, que incluso varias estaban confirmadas, se fueron al carajo“, afirmó.

“Hubo como dos semanas en las que ni me levantaba… Decía: ‘Para qué"”, agregó.

Y aunque fue un momento en que todo se tornó complicado para el humorista, llegó el día en que logró volver a pararse.

“Un día me levanté y dije no, ahora no hay que preocuparse, hay que ocuparse del destino“, aclaró.

Fue así como finalmente logró reinventarse de la mano de dos emprendimientos, uno de los cuales alcanzó el éxito.

“Con mi señora tenemos dos negocios que nacieron en pandemia” detalló. Una de ellas es una agencia de representación que maneja junto a su esposa para diferentes “colegas”, como él especificó, entre ellos Américo y el Profesor Rosa.

Y entre risas recordó que se adentró en la venta de túneles sanitizadores. Sin embargo, confesó que vendió tan solo uno,, añadiendo: “Pero no voy a decir a quien, porque capaz que me llamen a declarar… Pero lo vendí en esta misma comuna (Maipú)”.