Una de las dos principales acusadoras de Harvey Weinstein relató este lunes, en su juicio, cómo fue agredida sexualmente en el apartamento de Nueva York del famoso productor, más precisamente en el dormitorio de sus niños, mientras la defensa intentó desacreditar su testimonio.

Más de 80 mujeres, entre ellas las actrices Salma Hayek y Angelina Jolie, han denunciado a Weinstein por acoso, agresión sexual o violación desde que en 2017 estalló el escándalo que dio nacimiento al movimiento #MeToo.

Pero el titán de Hollywood solo es juzgado en la corte penal estatal de Manhattan por dos casos: la violación de la actriz Jessica Mann en 2013 y la agresión sexual de la exasistente de producción Mimi Haleyi, el 10 de julio de 2006.

El lunes, Haleyi, de 42 años, dio su versión de lo que sucedió ese día en el apartamento de Weinstein en Soho, por donde había pasado a saludar al productor.

Describió a un hombre afable que de repente se transformó sin ninguna señal previa. “Me abrazó y me manoseó”, relató.

Una vez dentro del apartamento, Haleyi contó que debió “retroceder porque me empujaba con su cuerpo”. Acorralada, se encontró en la habitación de los niños, donde había dibujos pegados en la pared.

“Durante todo ese tiempo le dije que no quería nada de eso”, afirmó. Luego, de acuerdo a su relato, el productor la empujó sobre la cama.

 Mimi Haleyi
Agence France Presse.

“Cada vez que intentaba levantarme, me volvía a empujar”, relató entre lágrimas. “Seguí tratando de decirle que no, no hagas eso. Le dije que tenía la regla. Tengo un tampón ahí”, dijo.

Weinstein, entonces uno de los hombres más poderosos de Hollywood, le sacó el tampón y le practicó sexo oral contra su voluntad, afirmó.

“Intentaba escaparme, pero me di cuenta de que no servía para nada” frente a un hombre de más de 130 kg, casi tres veces su peso. “Cerré mi alma”, contó Haleyi.

“Me dije que ir a la policía no era una opción para mí”, explicó esta mujer morena y elegante, nacida en Finlandia y que entonces trabajaba en Nueva York sin visa de trabajo y corría el riesgo de ser deportada de Estados Unidos.

Tenía temor de Weinstein, a quien describió como un hombre con “poder” y “contactos”.

¿Relación consentida?

Haleyi contó que dos semanas tras la agresión, fue a la habitación del productor en el Tribeca Hotel, y tuvieron relaciones sexuales mientras éste la insultaba a los gritos. Este incidente, sin embargo, no forma parte de su acusación.

“Había logrado convencerme de encontrarnos de nuevo para hacerme algo así otra vez, y me sentí como una idiota por haber creído lo que decía, aunque no recuerdo la conversación”, dijo Haleyi.

Aseguró que Weinstein “me condujo a la cama (…) Yo solo me quedé echada ahí (…) Tuvo sexo conmigo”.

Durante su contrainterrogatorio, el abogado de la defensa Damon Cheronis mostró al jurado un correo electrónico enviado dos años después por Haleyi a Weinstein, y firmado “con mucho amor”.

“Es solo una manera común de despedirse”, explicó Haleyi. “¿Tenía usted una relación consentida con Weinstein?”, preguntó el abogado, y Haleyi lo negó. “¿Fue la segunda una agresión sexual?”, insistió Cheronis. “No resistí”, dijo Haleyi.

“¡Nunca la agredió sexualmente!”, dijo finalmente Cheronis, justo antes del final de la audiencia. “Eso no es verdad”, respondió ella, sin perder la calma.

La defensa busca atacar la credibilidad de las dos acusadoras, e insiste en que ambas mantuvieron una correspondencia cariñosa con el acusado durante varios años tras las presuntas agresiones.

Weinstein dice que todas sus relaciones fueron consensuadas. Si es hallado culpable de ser un depredador sexual puede ser condenado a una pena máxima de cadena perpetua.

Tras el testimonio de Haleyi y el de la actriz Anabella Sciorra la semana pasada, la testigo más esperada ahora es Jessica Mann, la otra acusadora.