Frente a la iniciativa del Gobierno que busca subir desde un 15% a un 30% el límite máximo de contratación de extranjeros en las empresas del país, se ha abierto el debate respecto los aspectos positivos y beneficios que pueden entregar a una organización los profesionales y técnicos que provengan de otras latitudes.

Gracias a los actuales escenarios de globalización y de migraciones impulsadas por factores económicos, sociales y/o políticos, así como los avances que Chile ha alcanzado en su camino al desarrollo, cada vez será más frecuente interactuar con trabajadores que poseen otras nacionalidades y culturas.

Así lo sostiene Andrés Cardemil, director de HumanNet Consultores, quien señala que “en la medida que nos acerquemos a las realidades de países desarrollados como Estados Unidos, Alemania o Finlandia, por ejemplo, Chile será visto con mayor interés por los demás países de la región”.

En este contexto, el especialista de esta consultora ve con buenos ojos que se aumente el porcentaje de colaboradores extranjeros que pueden trabajar en una organización en Chile y, a la vez, hace hincapié en el gran aporte que los talentos foráneos pueden entregar a una Compañía.

Factores positivos

Visión global: “El profesional que viene del exterior trae, por lo general, una visión más amplia del mundo, los mercados y negocios, y ello sumado a la capacidad de adaptación que debe desarrollar, le permiten a una empresa -por ejemplo- potenciar la creatividad y la innovación interna”, comenta Andrés Cardemil.

Experiencia internacional: El hecho de haber trabajado afuera, en un ambiente muchas veces cosmopolita y multi racial, permite a una persona ser más tolerante a la diversidad y agregar más valor a su desempeño profesional y, en consecuencia, lograr una mayor productividad, empujando al éxito de una organización.

Compromiso y responsabilidad: El colaborador extranjero -dado que no está en su país de origen y en algunos casos se encuentra lejos de su núcleo familiar- tiende a asumir un mayor nivel de compromiso con su empleo y muestra una mayor responsabilidad laboral.

Formación académica: Muchas veces el capital humano extranjero se ha formado como profesional o técnico en instituciones de gran prestigio internacional, lo que le permite manejar metodologías y herramientas que benefician no sólo a la organización, sino que también a sus compañeros de trabajo.

Dominio de un segundo idioma: Un porcentaje importante de los profesionales que provienen del exterior dominan un segundo idioma, lo que posibilita a una organización contar con talentos mejor preparados para conectarse con el mundo de hoy y los diferentes mercados.

“Nadie es profeta en su tierra”: El profesional que emigra, también tiende a desplegar todo su talento en el nuevo escenario laboral que lo acogió de buena manera. Ya que, al verse situado en un espacio que poco lo referencia a su pasado u origen, es como tomar la oportunidad de volver a nacer, lo cual permite sentirse más libre a la hora de atreverse a innovar.