La empresa azucarera Iansa inició la desvinculación de 51 trabajadores de su planta en Linares, lo que se convierte en la primera medida oficial desde el cierre que fue confirmado a finales de julio.

Los afectados, indicaron, son colaboradores permanentes de la compañía, que realizaban principalmente labores de operaciones industriales.

Estos se sumarían a los 226 trabajadores de temporada (sujetos a contrato por obra o faena) que se desempeñaron durante la campaña remolachera de 2017 y 2018, los cuales terminaron sus contratos durante el pasado fin de semana.

La fábrica, en tanto, seguirá operando con 59 trabajadores en funciones administrativas, mantención, asesoría agrícola, almacenaje y distribución de coseta, melaza y el stock azúcar existente, detallaron.

Desde la empresa dijeron que “éste es el paso más doloroso” de la decisión por representar el fin de una historia de 60 años construida en Linares.

Los 51 trabajadores, aseguraron, contarán con un plan de salida con distintos beneficios, que incluyen dos sueldos base adicionales a las indemnizaciones por años de servicio, la continuidad hasta fin de año del bono de escolaridad para sus hijos y del seguro de salud a sus familias.

Asimismo, los trabajadores que estén cercanos a la edad de jubilación podrán optar a un plan de retiro anticipado que contemplaría los beneficios anteriores, además de otros 2 sueldos base.

Las familias de los trabajadores desvinculados que residen en casas ubicadas en dependencias de la empresa, en tanto, tendrán hasta fin de año para abandonar el recinto. Durante este plazo, no se les cobrará el canon de arriendo.

Además, indicaron que la planta funcionará como sede para las clases y talleres de capacitación para los trabajadores desvinculados, según los planes que sean diseñados junto al Ministerio del Trabajo, la Intendencia y los sindicatos de Iansa.