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Resumen generado con una herramienta de Inteligencia Artificial desarrollada por BioBioChile y revisado por el autor de este artículo.

El Banco Central presentó su Informe de Política Monetaria (IPoM), destacando la presión inflacionaria y el crecimiento en consumo e inversión. Dentro de su análisis, señaló que el mercado laboral tiene señales mixtas, con lenta creación de empleos y salarios en alza. Al respecto, se analizó y reafirmó el impacto que tuvieron medidas como la ley de 40 Horas y el aumento del salario mínimo: El aumento del salario mínimo afectó el empleo, con empresas más afectadas viendo una caída de 5,6%, mientras que se destacó la influencia de las nuevas tecnologías y presiones regulatorias en la reducción de dotaciones laborales, llevando a la búsqueda de perfiles más especializados y afectando a aquellos segmentos menos calificados.

El Banco Central hoy entregó un nuevo Informe de Política Monetaria (IPoM) donde advirtió que la inflación subyacente aún presenta presiones, aunque destacó que la actividad ha ido en línea con lo previsto y el consumo e inversión han sido incluso mayores.

Ayer, en su decisión de política monetaria, también afirmaba que el mercado laboral ha arrojado señales mixtas, “en un contexto de lenta creación de empleos y salarios que han mantenido un elevado crecimiento”.

Y al respecto, el IPoM de septiembre ahondó en la evolución del mercado laboral, analizando -y reafirmando- el impacto de medidas como la ley de 40 Horas y el aumento del salario mínimo.

La lupa del Banco Central sobre el mercado laboral

Según uno de los recuadros del informe, “en un contexto en el que la actividad ha ido creciendo a tasas coherentes con su potencial y la brecha se ha ido cerrando, el empleo ha tenido un crecimiento acotado y la tasa de desempleo se ubica por sobre sus niveles previos a la pandemia”.

Por otro lado, el ente autónomo afirmó que, considerando los registros de los cotizantes de la Administradora de Fondos de Cesantía (AFC), las cifras muestran “que la tasa de creación neta de empleo formal ha sido mayormente negativa o cercana a cero desde 2023 a la fecha”.

A su vez, “la creación y destrucción de empleo, variables relacionadas a la rotación laboral, también se encuentran en mínimos históricos”. El tiempo de búsqueda de trabajo se ha incrementado desde el citado año y los costos laborales han estado subiendo “por encima de su promedio prepandemia”.

Previamente, el Banco Central ya había sugerido que una de las dinámicas que explicaba este comportamiento del mercado laboral, era el aumento de los costos, “producto de las leyes de salario mínimo y reducción de jornada laboral”, recordó mediante el último IPoM. A ello se suman el rezago en la recuperación de sectores intensivos de empleo y otros factores estructurales como la demografía y adaptación a nuevas tecnologías.

Alza del sueldo mínimo

Respecto al sueldo mínimo, de entre las minutas citadas por el ente emisor, resalta una cuyos resultados apuntan a que el incremento de la remuneración base llevó a que los “los salarios de las empresas con más trabajadores afectos al salario mínimo crecieron 4,8%” por sobre los de aquellas organizaciones con menos trabajadores afectos.

Sin embargo, esto conllevó que “el empleo de esas empresas cayó en promedio 5,6% respecto del empleo de las menos afectadas”.

Al momento de cualificar los efectos, una de las metodologías apunta que, “un incremento real del salario mínimo similar a lo observado desde 2023 provoca una caída de aproximadamente -1,5% en el empleo asalariado formal y un impacto algo menor en el empleo total, lo que cabe esperar debido al rol amortiguador que tiende a jugar el empleo informal y de cuenta propia cuando hay alzas en la desocupación”.

Con otra técnica de estudio, se reafirmó que las medidas legislativas entre 2022 y 2025 subieron los sueldos, pero también el desempleo. Mientras uno tuvo efectos de incrementos del 1,1% promedio en los salarios reales -considerando todas las políticas-, en el desempleo “se estima un aumento de hasta 0,3pp respecto de su nivel de largo plazo”.

Y en otro punto, el Banco Central resaltó que en los últimos años las organizaciones apuntan a dotaciones laborales más reducidas, no solo por el aumento de costos o evolución de la actividad, “sino también por la introducción de nuevas tecnologías, la reorganización del trabajo y las presiones regulatorias”.

“Según este análisis, estas tendencias no operan de manera aislada, sino que se refuerzan mutuamente y generan efectos encadenados”, resaltó el análisis citado.

Y es que la automatización lleva a las empresas a requerir menos personal. Esto conlleva transformaciones de los perfiles requeridos, dificultando la búsqueda de personal calificado y afectando a segmentos de menor calificación -es decir, afecta al desempleo-. Todo esto, a su vez, es catalizado por las presiones de costos -como puede ser el alza de los salarios-, que llevan a buscar aún más eficiencia en los trabajos.

Con todo, el organismo encargado de la política monetaria del país señala que los resultados explican el comportamiento del mercado en el corto y mediano plazo, ya que en el largo plazo, esto dependerá de otros factores “como la productividad, el crecimiento poblacional y nuevas configuraciones de procesos productivos en un contexto de adopción de nuevas tecnologías”.