La Dirección de Presupuestos (Dipres) del Ministerio de Hacienda publicó este viernes 7 de febrero el Informe de Finanzas Públicas (IFP) correspondiente al cuarto trimestre de 2024. El documento detalla el cierre preliminar del escenario fiscal del año pasado, actualiza proyecciones macroeconómicas y establece lineamientos para el período 2026-2029.
En 2024, el déficit estructural alcanzó un 3,2% del Producto Interno Bruto (PIB) proyectado, mientras el déficit efectivo totalizó un 2,9%. Para 2025, se prevé un déficit estructural de 1,6% del PIB y uno efectivo de 1,7%, según las cifras entregadas por la entidad.
La deuda bruta del Gobierno Central cerró 2024 en 42,3% del PIB, equivalente a US$130.825 millones. Esta cifra refleja una disminución de US$10.000 millones respecto al tercer trimestre, aunque el ratio aumentó por el alza del tipo de cambio en diciembre.
La nueva Ley de Responsabilidad y Transparencia Fiscal, aprobada en 2024, establece que la deuda se convierte en una meta para cada administración. Dipres y Hacienda presentarán en el próximo IFP las acciones correctivas para cumplir con los objetivos, tras el incumplimiento de la meta de déficit estructural fijada en -1,9% del PIB.
Operación Renta recaudó menos de lo esperado
El PIB de 2024 creció un 2,5%, impulsado por la recuperación de las exportaciones y la inversión en el segundo semestre. Los ingresos del Gobierno Central sumaron $67,3 billones (21,9% del PIB), un alza real anual de 1,0%, pero $4,1 billones menos que lo proyectado inicialmente.
La Operación Renta recaudó $3 billones menos de lo esperado, mientras los ingresos por litio cayeron $1,1 billones debido a una baja del 79% en su precio. “La proyección ya anticipaba una contracción del 42%, pero la magnitud final superó las expectativas”, explicó la Dipres.
Los menores ingresos se compensaron parcialmente con un aumento en la recaudación del IVA, impuestos a la minería privada e imposiciones previsionales. Los ingresos cíclicamente ajustados para 2024 se calcularon en $66,4 billones (21,6% del PIB).
Javiera Martínez, directora de Dipres, destacó que “recalibrar los modelos de proyección de ingresos para separar mejor los efectos transitorios de los permanentes es nuestro principal desafío para 2025”. Agregó que el informe incorpora cambios en la política tributaria, incluyendo más de 50 medidas legisladas desde 2020.
El gasto del Gobierno Central en 2024 fue de $76,1 billones (24,8% del PIB), con una disminución de $31.305 millones respecto a lo proyectado en octubre. Esto representó un crecimiento real anual de 3,5%, pero una caída de 1,0% frente a la Ley de Presupuestos inicial.
“Durante el segundo semestre se realizaron esfuerzos para contener el crecimiento del gasto, que se tradujeron en un ajuste cercano a los US$1.500 millones, con lo que el crecimiento anual del gasto se redujo en 1,8% en el último trimestre del año respecto al mismo período del año anterior”, afirmó Martínez. Subrayó que el gasto como porcentaje del PIB volvió a niveles de 2019, tras los incrementos pandémicos.
El déficit efectivo de 2024 alcanzó $8,9 billones (2,9% del PIB), mientras el déficit cíclicamente ajustado llegó a $9,7 billones (3,2% del PIB). Estos resultados incumplieron la meta del Decreto N°1.387 de Política Fiscal, que exigía un déficit estructural de -1,9%.
Dipres y trabajo con el FMI
Dipres y Hacienda presentarán en marzo de 2025 un plan correctivo ante las comisiones de Hacienda del Congreso, tal como lo exige la nueva ley. Además, trabajan con el FMI para fortalecer las proyecciones de ingresos, cuyos resultados se divulgarán antes del próximo IFP.
Para 2025, se proyecta un crecimiento del PIB de 2,5%, con una inversión que repuntaría un 3,9%. La inflación se ajustó a una variación anual promedio de 4,7%, influida por alzas concentradas en los primeros meses.
Los ingresos del Gobierno Central para 2025 se estiman en $76,4 billones, un aumento real de 8,4% respecto a 2024. Este cálculo incluye un alza esperada del 70% en la minería privada, impulsada por la Ley de Royalty y mejores perspectivas sectoriales.
Proyección de recaudación a la baja
Sin embargo, la proyección de recaudación para 2025 se revisó a la baja en $2,9 billones (0,9% del PIB), principalmente por la base menor de 2024. Los ingresos cíclicamente ajustados se ubicarían en $76,7 billones, un incremento real anual de 10,4%.
El gasto total para 2025 se proyecta en $81,9 billones, con un ajuste de $629.507 millones respecto al IFP anterior. La contención incluye recortes de $544.000 millones en áreas como personal (23,8%), subsidios (28%) y transferencias de capital (27%).
El déficit efectivo de 2025 se estima en 1,7% del PIB, y el estructural en 1,6%, superando la meta oficial de 1,1%. “Este resultado debe considerarse como transitorio, dado que en 2025 deben aplicarse medidas correctivas luego del incumplimiento de la meta fiscal en 2024”, expuso la Dipres.
La deuda bruta del Gobierno Central cerraría 2025 en US$142.662 millones (42,1% del PIB). “En el período de Gobierno habremos logrado estabilizar la deuda, junto con mantenerla a una sana distancia respecto del límite definido como prudente, de 45% del PIB”, destacó la directora de Presupuestos.
En el mediano plazo (2026-2029), se espera que el PIB no minero converja a su tendencia histórica, con crecimientos de 2,7% en 2026, 2,5% en 2027 y 2,0% en 2028-2029. La minería tendría un desempeño inferior a lo previsto.
Así las cosas, la deuda bruta se mantendría bajo el 45% del PIB en todos los escenarios. En el optimista, caería a 40,5% en 2029; en el pesimista, bordearía el 40,9%.
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