Los funcionarios públicos argentinos sólo podrán realizar los viajes al exterior que sean extremadamente necesarios, con comitiva acotada y optando por las tarifas más bajas del mercado.

El Gobierno argentino restringió este viernes los viajes al exterior de los funcionarios públicos, en consonancia con un conjunto de medidas impulsadas por el ministro de Economía, Sergio Massa, para reducir el gasto público, informaron fuentes oficiales.

La disposición, publicada este viernes en el Boletín Oficial, busca contribuir a una “mayor racionalización del gasto público”, limitando los traslados a aquellos eventos internacionales “reconocidos e impostergables” para los intereses del Estado y cuya organización no contemple la posibilidad de participar de forma virtual.

Los viajes al exterior deberán contar con la autorización “expresa” del jefe de Gabinete de ministros, Juan Manzur, cuando se trate de ministros, secretarios y titulares de entes públicos, entre otros funcionarios de alto rango.

En ese sentido, el Gobierno recomendó limitar las comitivas oficiales que integren dichos traslados “a un máximo de un funcionario o funcionaria por evento o actividad a realizarse”.

Asimismo, la resolución estableció que todos los viajes al exterior deberán preverse “con la suficiente antelación” para facilitar el acceso “a las mejores tarifas ofrecidas por el mercado”, priorizando las rutas de avión más cortas tanto de ida como de regreso.

“Para ello deberán realizarse por la ruta y aerolínea que reúna las condiciones más apropiadas, debiendo darse prioridad a las aerolíneas de propiedad del Estado nacional, siempre que ello fuera posible”, señaló la normativa.

Según el texto publicado en el Boletín Oficial, el Gobierno argentino ha tramitado un total de 2.812 viajes al exterior desde enero de 2020, una cifra que contrasta con los 6.356 viajes realizados tan sólo en 2019, durante el último año de mandato de Mauricio Macri (2015-2019).

La restricción de los viajes al exterior está en línea con las medidas impulsadas por el ministro de Economía, Sergio Massa, desde que asumió el cargo el pasado 3 de agosto, en aras de cumplir con el programa acordado con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Hasta ahora, las iniciativas de Massa apuntan a moderar el gasto, reducir la emisión monetaria y aumentar las reservas internacionales, pero muchos analistas consideran que se necesita un plan más agresivo para frenar la abultada inflación, que avanzó un 71 % interanual en julio.