Las Pequeñas y Medianas Empresas (Pymes) son las que más empleo generan en Chile.

Son organizaciones principalmente locales, de innovación, creadas por emprendedores, profesionales y artesanos, con alto valor y orientación al éxito, ya que no temen al cambio y buscan su propio camino.

Es cierto que por el contexto de la actual pandemia por el covid-19 estamos en una época complicada para todo tipo de empresas, especialmente para las más pequeñas, que tienen un menor respaldo económico y se han visto muy golpeadas por la inactividad.

Pero a pesar de todo, no puede desconocerse que las Pymes son las que mantienen gran parte de la economía y se debe principalmente a sus ventajas, las cuales les permitieron sobrevivir al 2020.

Primero podemos definir como su principal ventaja competitiva la flexibilidad, pues allá donde las multinacionales lo hacen todo más lento y burocrático, con dificultades para cambiar los procedimientos, una Pyme puede adaptarse más rápido a las contingencias y marcar tendencias en el mercado y con una toma de decisiones más flexible.

Por otra parte, gracias a su menor tamaño y al mayor conocimiento de su mercado, poseen una gran característica, que es su capacidad de adaptarse a las necesidades del mercado y de forma más rápida, tanto desde el punto de vista del negocio como de la cultura.

“Esta cualidad de adaptarse de forma ágil, les permite a la Pymes tomar decisiones veloces como abrir nuevas unidades de negocio o pasar a home office, lo que se transforma en una gran ventaja. Por ejemplo, el año pasado, para muchas empresas sumarse rápidamente al eCommerce, usar apps de last mile o acomodar sus servicios para delivery fue la salvación”, dijo Anastasia Samokhvalova, senior consultant de Page Personnel.

Horizontalidad y cultura

Otra de las ventajas de las Pymes es que son más horizontales; permiten una cultura de puertas abiertas donde los jefes están más cerca de los colaboradores.

Eso se nota en el ambiente interno, ya que, al no tener el tipo de salarios de grandes empresas, permiten un trabajo orientado a los beneficios, que incluyen horarios flexibles, buen clima laboral, calidad de vida y home office.

Eso también se nota en su estructura interna, que habitualmente es más simple, a veces con muchos reportes directos, varios cargos en uno, menos jefes y más tareas compartidas.

Finalmente está el aspecto humano. Normalmente las personas que llegan a trabajar a Pymes lo hacen porque son el tipo de gente que se guía por sus relaciones, no temen hacer de todo y son abiertos al cambio.

Según Page Personnel, las Pymes son el tipo de empresa que convoca más fácilmente a gente joven interesada a trabajar en ellas. Por ejemplo, el 80% de las personas que han pasado por una Pyme dicen que podrían volver a ellas, y el 20% afirman que de hecho apuntan sólo a seguir trabajando en Pymes.

Por todo esto, para este año se espera que, tras las medidas tomadas por el Gobierno para salvar los empleos, las pequeñas y medianas empresas resurjan preparadas con el mejor equipo de talentos humanos, completamente alineados con la realidad y necesidades del mercado.

Así, aprovechando sus ventajas comparativas, sólo necesitarán de algunas oportunidades de inversiones y de una relativa estabilidad económica para seguir siendo el sostén del empleo nacional.