El gran empresariado insistió con su preocupación por el proyecto de Ley que busca rebajar de 45 a 40 horas semanales la jornada laboral en el país, cuya propuesta es evaluada en la Comisión de Trabajo de la Cámara de Diputados.

En línea con lo manifestado por el Gobierno, el sector privado se mostró inquieto por posibles impactos negativos en las remuneraciones, los empleos y en la “salud de las empresas”.

Así lo señaló la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC) al estimar que 170 mil empleos se perderían en caso de aprobarse la propuesta de Camila Vallejo (PC) e impulsada principalmente por la oposición.

El presidente de la CPC, Alfonso Swett, dijo estar dispuesto a rebajar en media hora la jornada diaria de trabajo para evaluar eventuales efectos en el mercado laboral.

“Si queremos reducir jornadas, reduzcamos media hora un año. Vamos analizando los efectos y vamos midiendo los efectos de esto para sea beneficioso en forma integral. Lo que a nosotros nos preocuparía en definitiva es que esto tenga efectos en remuneraciones, en empleo y salud de las empresas”, dijo.

Este lunes se se sumaron dos antecedentes al debate: la Encuesta Cadem que reveló un respaldo de 74% de las personas a la iniciativa y el primer barómetro del trabajo de Mori y la Fundación Fiel.

Ese estudio demostró una adhesión de 63% a favor de tener una jornada laboral de 40 horas semanales, mientras que un 23% apunta a que el tiempo que se debería dedicar al trabajo debe ser de 36 horas.

Vallejo, autora del texto, emplazó al Gobierno a flexibilizar su postura y aseguró que el proyecto es “una propuesta ciudadana”. “Es una necesidad de los trabajadores, los trabajadores están cansados”, dijo.

“Por lo tanto es muy pertinente saber si el Gobierno está de acuerdo o no con una cuestión muy simple: poner límite semanal a las horas de trabajo. Nosotros creemos que la Ley tiene que garantizar un máximo, un máximo, de 40 horas a la semana”, agregó.

El diputado Javier Macaya (UDI) instó a que la discusión sobre rebaja en la jornada laboral de los trabajadores también considere propuestas de flexibilidad.

“Acá yo no me quiero quedar solamente con que este sea un proyecto inconstitucional, porque efectivamente hay discusión sobre aquello. No quiero quedarme solamente en una discusión sobre que acá se puede aumentar el desempleo, pero sí tiene que ir esta discusión de la jornada laboral de los chilenos respecto de otras variables que inciden y van a impactar en el crecimiento, en la productividad de nuestro país”, indicó el gremialista.

El barómetro del trabajo también reveló un rechazo a una de las propuestas del Gobierno de ampliar a doce horas diarias de trabajo a cambio de un día libre adicional.

La mitad se mostró contrario a esa idea mientras solo un 37% respondió que sí estaría dispuesto a hacerlo.

La presidenta de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), Bárbara Figueroa, denunció que además de haber largas jornadas laborales, hay incertidumbre y riesgos de estrés.

“Tenemos a trabajadores que ya con jornadas extenuantes están altamente agobiados, pero que además se enfrentan muchas veces a situaciones en el espacio laboral que son de alto nivel de estrés, que les generan un alto nivel de riesgo, que genera harto nivel de incertidumbre respecto de su fuente laboral y que además afecta en sus condiciones psicosociales”, lamentó la dirigenta.

Consultados sobre qué harían con un día libre adicional a la semana, el 63% contestó que lo usaría para dormir o descansar. Los chilenos están cansados, dijo la presidenta de Mori, Marta Lagos.

“No hay una cantidad significativa de personas que quiera encontrar un segundo trabajo. El chileno está cansado, ese es uno de los principales resultados de este estudio”, reiteró Lagos.

Se espera que durante la jornada del martes la Dirección de Presupuestos del Ministerio de Hacienda presente a la Comisión de Trabajo de la Cámara su informe sobre esta iniciativa. La instancia también fijaría un plazo para el ingreso de indicaciones.