El ministro de Hacienda, Felipe Larraín, ahondó en sus críticas a la gestión de la administración de Michelle Bachelet sobre el nivel de gasto público en que incurrió. En tanto, el extitular del ramo, Rodrigo Valdés, calificó como “inadmisibles” las críticas de José Ramón Valente por el déficit estructural.

Un duro round protagonizaron Larraín y Valdés por las razones del deterioro de la situación fiscal del país y la corrección al alza del déficit estructural de 1,7% hasta el 2,1% dada a conocer el día previo al cambio de mando.

Ante más de mil invitados en un seminario realizado por Compass Group, el secretario de Estado criticó el aumento de gasto público durante el gobierno anterior con palabras para Valdés, quien se encontraba sentado en primera fila. “Usted le puso empeño, pero no fue suficiente”, aseguró.

Respecto a la discusión por el déficit estructural, Larraín aseguró que ello implica una “posición fiscal más deteriorada en 1.100 millones de dólares respecto de la que teníamos ante de esta revisión”. El secretario de Estado explicó que “si usted tiene una meta en materia estructural, entre seis y ocho años voy a llegar al balance, quiere decir que en ese periodo voy a tener menos espacio de gasto por 1.100 millones de dólares”.

Ante ello, el exministro de Hacienda aseguró que Larraín se equivoca en su explicación sobre los alcances de la corrección del déficit y afirmó que la diferencia de 0,4% del PIB es “transitoria”.

Además, Valdés calificó como “inadmisible” que la entrega de datos de la Dirección de Presupuesto de enero “no haya tenido toda la información relevante”, pero también utilizó el mismo adjetivo para rechazar los dichos del ministro de Economía, José Ramón Valente, quien dijo que la administración anterior mintió al país sobre esta materia.

En tanto, el expresidente del Banco Central, Rodrigo Vergara, afirmó no tener evidencia “de que haya habido un engaño” y abogó por una simplificación de la regla fiscal.