VER RESUMEN

Resumen generado con Inteligencia Artificial y revisado por el autor de este artículo.
Herramienta desarrollada por BioBioChile

Personas que afirmaron sentir dolor en las articulaciones antes de lluvias o frío hacen cuestionarse si realmente existe un "sexto sentido" corporal para anticipar cambios climáticos. Aunque se han investigado teorías sobre cómo factores ambientales pueden influir en el dolor articular, la ciencia no ha llegado a conclusiones concretas al respecto. Se ha sugerido que los cambios en la presión barométrica podrían ser responsables, ya que una disminución previa a tormentas podría expandir los tejidos en las articulaciones, ejerciendo presión sobre los nervios y generando malestar. A pesar de estudios que han encontrado cierta relación entre la baja presión y el aumento de dolor en personas con osteoartritis, la conexión no ha sido consistentemente confirmada. Aunque la mayoría de encuestados percibe dolor articular previo a cambios meteorológicos, los resultados sobre la influencia climática en el dolor articular siguen siendo inexactos y dependen de factores individuales. Por ahora, la relación entre dolor articular y cambios meteorológicos permanece como un enigma sin una respuesta definitiva.

Muchas personas aseguran que sienten dolor en las articulaciones antes de que llueva o llegue el frío, como si su cuerpo tuviera un “sexto sentido” para anticipar el clima.

Desde los cambios en la presión barométrica hasta los cambios de temperatura, muchas teorías intentan explicar cómo los factores ambientales pueden influir en el dolor articular.

Pero ¿existe una teoría científica para esta afirmación? o ¿son nuestras articulaciones más confiables que la meteorología?

Aunque la ciencia ha investigado el tema, los resultados no llegan a ser concretos, estipula ScienceAlert.

¿Dolor de articulaciones por el clima o simple coincidencia?

Según el medio científico, una de las principales hipótesis es que los cambios en la presión barométrica, es decir, la presión de la atmosfera, podrían influir en el malestar de nuestras articulaciones.

Aunque es invisible, el aire tiene masa, y el “peso” que nos presiona fluctúa con la altitud y los sistemas meteorológicos.

Una presión barométrica más alta suele indicar condiciones meteorológicas favorables, con cielos despejados y vientos calmados, mientras que una presión más baja suele preceder a condiciones meteorológicas inestables, como cielos nublados, precipitaciones y humedad.

Antes de un temporal, la presión tiende a bajar, lo que podría hacer que los tejidos dentro de las articulaciones se expandan, ejerciendo más presión sobre los nervios provocando dolor.

Ilustración articulación sinovial
Javier Sáez Hurtado

A qué resultados ha llegado la ciencia

Algunos estudios han encontrado cierta relación entre la disminución de la presión y el aumento del dolor en personas con osteoartritis. Sin embargo, otras investigaciones no han logrado confirmar esta conexión de manera consistente, afirma Science Alert.

Una investigación de científicos de la Universidad Nacional de Asunción en Paraguay, encuestaron a 147 transeúntes, donde se encontró que la mayoría de los encuestados percibe dolor en las articulaciones previo a un cambio meteorológico.

Por otro lado, un proyecto de ciencia ciudadana, llamado Nublado con Probabilidades de Dolor utilizó un seguimiento del dolor basado en una aplicación móvil para explorar esta conexión.

El estudio encontró una asociación entre la caída de presión y el aumento del dolor articular, pero también destacó diferencias sustanciales en cómo las personas perciben el dolor relacionado con el clima.

Inexactitud en los resultados

Estos hallazgos sugieren que, si bien los cambios en la presión barométrica pueden influir en el dolor articular de algunas personas, las respuestas están lejos de ser uniformes y dependen de una interacción compleja de factores, incluida la condición articular del individuo y la sensibilidad al dolor.

Por ahora, no hay una respuesta definitiva. Aunque muchas personas aseguran que sienten el clima en sus huesos, la relación entre el dolor articular y los cambios meteorológicos sigue siendo un misterio.

Estudio científico
Este artículo se basa en un estudio científico que puede ser sometido a nuevas pruebas para ser validado o descartado. Sus resultados NO deben considerarse concluyentes.