Cuatro científicos fueron seleccionados entre los voluntarios para vivir en la primera "casa marciana", donde permanecerán por un año.

Hace algunos días, la NASA presentó la primera “casa marciana”, que consiste en el prototipo de un hogar que podría ser habitable en Marte en el futuro, una casa que soportaría las inhóspitas condiciones del planeta rojo para que los humanos puedan vivir allí.

Esta misión se conoce como CHAPEA (Crew Health and Performance Exploration Analog), que comenzará en junio en el Centro Espacial Johnson ubicado en Houston. Es la primera de tres simulaciones planificadas de la superficie de Marte de un año, durante las cuales los miembros de la tripulación vivirán y trabajarán en un hábitat de 518 metros cuadrados impreso en 3D.

En este contexto, el lunes se dieron a conocer los nombres de las 4 personas que habitarán allí, con el fin de completar una misión simulada que emulará la estadía de un año completo en Marte, para conocer los efectos en el cuerpo humano.

En primer lugar, quien liderará esta “tripulación” será Kelly Hastonun, miembro registrado de la Nación Mohawk de las Seis Naciones del Gran Río en Canadá, que también es una científica investigadora con experiencia en la construcción de modelos de enfermedades humanas.

En el grupo le siguen Ross Brockwell, ingeniero de vuelo y administrador de obras públicas, cuyo trabajo se enfocará en infraestructura, diseño de edificios, operaciones y liderazgo organizacional. Asimismo, se sumaron Nathan Jones, oficial médico y especialista en medicina de emergencia; y Alyssa Shannon, oficial científica y enfermera de práctica avanzada.

¿Cómo es la primera casa marciana?

La casa en cuestión fue llamada “Mars Dune Alpha” y se creó con la ayuda de una impresora 3D, diseñada para un límite de 4 personas, con 4 dormitorios y un gimnasio.

Por motivos estratégicos mide 160 metros cuadrados e incluye una granja vertical para el cultivo de vegetales en su interior. Además de una sala para procedimientos médicos, como enfermería, una zona de relajación y estaciones de trabajo.

Por otra parte, el exterior también corresponde a una simulación del entorno marciano, con un suelo cubierto de arena roja, simulaciones de rocas, un invernadero y una cinta para correr, donde los científicos caminarán con un arnés.

Esta misión se realiza en el marco de las preparaciones para los futuros viajes a Marte, que la NASA estima podrían ser posibles ya en la próxima década.