Un grupo de científicos en China están siendo muy criticados y cuestionados por sus prácticas en un laboratorio. Se trata de investigadores de la Universidad Médica Naval de Shanghai, quienes “fecundaron ratas macho cosidas a hembras de su misma especie, en un experimento que resultó especialmente doloroso y angustiante para los animales”, según detalla la revista Nature.

La idea de este “experimento” fue permitir utilizar dichos conocimientos y conclusiones para personas de cualquier sexo que quisieran procrear.

Esto generó un gran debate entre la comunidad científica de China, quienes advirtieron que este grupo de investigadores estaban saltándose protocolos de “bioética” y que esto puede “reforzar la mala imagen que se tiene de ese país”, según recoge Infobae.

“Existe una preocupación más profunda de que la tendencia imperecedera de la ‘ciencia a través de las relaciones públicas’, la mentalidad de que los experimentos con objetivos extravagantes son un atajo para la atención del público, convierta la ciencia en una forma de negocio del entretenimiento en lugar de un esfuerzo académico serio y responsable”, Joy Zhang, socióloga de la Universidad de Kent en Reino Unido.

Si bien este experimento fue financiado con fondos públicos, no está claro si fue realmente aprobado por la comisión de ética de ese país. “El experimento no tiene valor social y simplemente desperdició el dinero que se les quitó a los contribuyentes”, expresó Qiu Renzong, bioético de la Academia China de Ciencias Sociales en Beijing, según recoge el medio antes citado.

En cuanto a los investigadores, declararon que su idea era generar un impacto en lo que significa la biología reproductiva y admitieron que se llevó a cabo por sus “intereses personales y curiosidad”.

El procedimiento

Los autores explicaron que para el procedimiento, “cosieron los codos, rodillas y pieles de ratas macho y hembra castrados para unir el suministro de sangre”, para así poder conocer el proceso de envejecimiento.

“De este modo, se comprobó que seis semanas más tarde de la castración y la cirugía, los niveles de testosterona en las ratas macho habían disminuido significativamente, pero sus niveles de estrógeno y progesterona eran similares a los de las ratas hembras”, indica Infobae sobre el estudio.

No obstante, el proceso continuaba con un trasplante de útero en cada rata macho en los cuales implantaron embriones que nacieron luego de unas semanas a través de cesáreas.

“Se introdujeron 842 embriones en 46 pares de ratas unidas, un tercio de las ratas hembras y una décima parte de las ratas macho se convirtieron en fetos viables. Solo 10 crías gestadas en las ratas macho sobrevivieron hasta la edad adulta, alrededor del 4% de los 280 embriones implantados en las ratas macho”, indica Nature.

No obstante, las ratas adultas fueron separadas y los machos sobrevivientes al procedimiento fueron sacrificados semanas más tarde.

Si bien para los científicos esto sería un avance, investigadores de alrededor del mundo señalan que de llevarse a cabo en humanos, “sería una sentencia de muerte para los hombres”.

Por su parte, Catherine Mills, investigadora de la Universidad de Melbourne, concluyó que “está muy lejos de cualquier implicación real para la investigación humana. En cierto sentido, no es un modelo animal; es solo un experimento con animales”.