Los televisores siempre son uno de los productos más vendidos en Navidad, y es que es en esta época donde muchas marcas y tiendas tienen ofertas seductoras.
Sin embargo, como el avance de la tecnología es mucho más rápido que antes, es importante informarnos acerca del tema para tomar una decisión adecuada a tus necesidades.
Pero partamos por lo básico. El tamaño es uno de los primeros aspectos que debemos decidir. Actualmente existen opciones de pantallas que van desde las 32 pulgadas a las 50, pasando por las de 55, 58 y 65 pulgadas, en los modelos tradicionales de última generación.
Por ello es necesario tener claro sí contamos con el espacio suficiente para el modelo que queremos. Un lugar, donde realmente se pueda apreciar el tamaño de la pantalla y no se convierta en un problema.
Luego viene la resolución. También son varias las opciones, partiendo desde pantallas de 1080p (1920×1080 pixeles), más conocida como Full HD, a las 4K (también conocido como Ultra HD), que cuenta con resolución de 3840 x 2160 pixeles.
“Por ejemplo, los televisores de última tecnología, te permitirán ver 4 veces la resolución del Full HD convencional. Podrás disfrutar imágenes con un nivel de nitidez superior, profundidad optimizada, un mayor contraste, movimientos naturales y detalles excepcionales” asegura Javier Alegría, Product Manager de Phillips Chile.
Otro dato que vale la pena considerar es el sistema HDR (Alto Rango Dinámico en español), que es una nueva tecnología que mejora el realismo de blancos y negros en una escena, y el contraste entre ambos.
Esta tecnología puede resultar muy práctica para aquellos que quieren utilizar el televisor para videojuegos.
Por supuesto, en el mundo conectado de hoy, también hay que analizar la opción de que cuente con un sistema de acceso a internet y qué tipo necesitamos, si es por cable o WiFi.
Este quizás es uno de las grandes decisiones que se debe tomar, ya que la mayoría de los usuarios están prefiriendo el contenido de servicios de streaming o Youtube, para disfrutar en pantalla.
Finalmente, hay que cotizar y definir que el precio/calidad sea el más adecuado para cada hogar.
