En la instancia, el director de Indap expuso los lineamientos que tendrá la entidad, con especial foco en la escasez hídrica, el alza en el costo de los procesos y la vocación por la agroecología, para fortalecer la Agricultura Familiar Campesina.
Una experiencia ejemplar de la pequeña agricultura con cultivos responsables con la tierra, crecimiento productivo y comercio justo, fue el escenario en Valparaíso desde el cual el director nacional de Indap, Santiago Rojas, emitió la Cuenta Pública 2021, en que además trazó los lineamientos de la gestión que asume en este servicio del Ministerio de Agricultura con foco en la escasez hídrica, el alza en el costo de los procesos y la vocación por la agroecología.
Acompañado por Leslie Vergara, gestora de este predio agroecológico desde el que se transmitió esta cuenta en Panquehue, y por otros productores destacados como Mónica Henríquez, presidenta del Consejo Asesor de Área Indap San Felipe; Estefanía Contreras, dedicada a la agricultura orgánica y el lonko Isaac Canio y Norma Canio de la comunidad mapuche de Santa María, la autoridad enfatizó la apuesta por abordar los desafíos para el sector en permanente diálogo.
El mandato del Presidente Gabriel Boric y del ministro Esteban Valenzuela es “fortalecer la Agricultura Familiar Campesina y eso hacemos desde los territorios, sumando a todas y todos los actores del mundo rural”, indicó, antes de fijar sus prioridades y reseñar las cifras del último año.
Contingencia climática, juventud y pueblos originarios
“Sabemos que la Agricultura Familiar Campesina atraviesa hoy una situación compleja” que obliga a “seguir actuando con sentido de urgencia”, dijo en referencia a “la sequía que atraviesa el país hace más de 13 años” y a “otros factores como la guerra entre Rusia y Ucrania, los problemas portuarios internacionales, y la inflación, los cuales han elevado los precios de los insumos que necesitamos para seguir produciendo los alimentos de las familias chilenas”.
“Seguir haciendo lo mismo de siempre ya no es suficiente”, enfatizó, por lo que comprometió “nuevas estrategias para dar respuestas a los desafíos estructurales y emergentes de la pequeña agricultura” con “acciones integrales”.
Para eso se fijaron 8 ejes estratégicos: Sostenibilidad y resiliencia; Cambio Climático y crisis hídrica; Transición hacia la agroecología, Seguridad y soberanía alimentaria y nutricional; Género, juventud y pueblos originarios; Asociatividad y cooperativismo; Enfoque territorial y Participación de todos los actores.
En ese entorno de multicultivos característico de la agroecología, con lechugas, coliflores y apios por estos días, control biológico de plagas y fertilizantes naturales, Rojas detalló que “con asistencia técnica y financiamiento, vamos a impulsar la generación de capacidades, promover el emprendimiento y desarrollar sistemas productivos agropecuarios, agroecológicos y orgánicos”.
Mejorar la calidad de vida de la pequeña agricultura y sus comunidades; acercarlos a los mercados con comercio justo, economía circular y reducción de pérdidas; expandir recursos para iniciativas de riego que privilegien el uso eficiente del agua y para programas como los de pueblos originarios, jóvenes y mujeres, como el convenio Indap-Prodemu, son otras de las primeras decisiones de acción junto con la de modernizar la gestión del servicio.
Sequía y costos de producción
Ante la emergencia hídrica y de precios, priorizar recursos para expandir y aumentar la cobertura de programas eje como Prodesal, el SAT y los préstamos, es otra línea de trabajo junto con el rol relevante asumido en el plan Siembra por Chile impulsado por el Ministerio de Agricultura. ”Hoy sembrar una hectárea de trigo, por ejemplo, es un 48% más caro que antes”, precisó sobre esa crisis que redunda en menos alimentos saludables y nutritivos en las mesas de las familias chilenas.
En el marco de Siembra por Chile, Indap comenzó, además, la entrega de incentivos económicos para cultivos tradicionales -trigo, maíz, arroz y cereales-, desde la Región Metropolitana a la de Los Lagos. A esto se suman los incentivos por escasez hídrica de $200 mil por usuario en las 263 comunas que se encuentran en emergencia agrícola esta situación y por el que ya se han repartido $277 millones en siete regiones.
En este contexto, complementó, también desde “hace unos días comenzamos a dar respuesta a una de las demandas más sentidas para las usuarias y usuarios de Indap: la creación de un programa de regularización de las deudas, que, esperamos, incluya grados de condonación en los programas crediticios de Indap y que también permita renegociar los créditos, incluso, de aquellas personas que se encuentran al día”. Aquí se podría beneficiar a más de 50 mil personas naturales o jurídicas.
La comercialización y posibilidades de encuentro directo con los consumidores finales, que permite mejores ingresos, es otro aspecto relevante para lo que se ha decidido fortalecer la Red de Mercados Campesinos y las ExpoMundoRural con recursos por $1.080 millones para 57 eventos.
Balance de gestión recibida
Santiago Rojas hizo un resumen de las acciones y coberturas con que cerró la gestión anterior en este cargo, partiendo por la cifra de 162.200 usuarias y usuarios atendidos en 2021 por programas regulares e iniciativas de emergencia. En ese total, destacó, La Araucanía marcó el mayor número con más de 45.000, dato fundamental por ser la región con mayor tasa de pobreza en el país (17%).
Destacó también que en ese total de productores que recibieron asistencia técnica, subsidio a la inversión o crédito, hay 74.920 mujeres rurales, lo que corresponde a “un 46 por ciento del universo total de usuarios”. Mientras, “un 39 por ciento de los usuarios declararon pertenecer a alguno de los pueblos originarios que habitan el territorio”. Aquí, y en línea con la opción por la juventud rural, expresó preocupación porque “solo el 7,4 por ciento del total fueron menores de 35 años”.
En cuanto a la asociatividad y el cooperativismo, otro pilar para la administración que asume, durante 2021 la institución trabajó con 150 empresas asociativas campesinas, donde un 69 por ciento fueron cooperativas, y con representantes de organizaciones de representación campesina que suman más de 128 mil socios.
“Apostamos a fortalecer todos esos números durante este año y a lo largo de nuestra gestión”, dijo junto con detallar que el gasto institucional el año pasado alcanzó los $313. 552 millones, de los cuales $251.850 millones fueron destinados a los programas regulares, con mayor énfasis en créditos de corto plazo, en el Prodesal y en el Programa de Desarrollo Territorial Indígena (PDTI). A estos recursos se suman $17.000 millones apalancados de gobiernos regionales y otros servicios.
Para revisar la Cuenta Pública 2021 puede ingresar aquí o visita la página web de Indap.