Amiga de Alfonsina Storni, Pío Baroja, los paisajes internos y un Chile que transita por los campos líricos, Stella Corvalán Vega es verso, surrealismo y sensibilidad profundamente femenina, como también la titánica recopilación de su obra que –a través de Espacio Sol Ediciones-, la escritora y poeta Daniela Sol aporta como reivindicación y referente de la poesía chilena.

Por Marcel Socías Montofré

Oportuno elogio al mérito. Especialmente de una Stella Corvalán exiliada en el olvido. De un Chile – “País de poetas”- donde se lee escasa poesía.

Más bien se lee escasamente.

No necesariamente por falta de interés. Más bien por falta de educación y oportunidad. De estímulo a la lectura y los beneficios culturales que aporta la poesía.

Más que simple lirismo o divertimento, es un tremendo aporte a la salud mental y emocional de los lectores. Además de darse el tiempo de practicar la empatía lectora con una mujer que muestra un Chile mucho más amable y con ganas de respirar.

Por eso el elogio al mérito de Espacio Sol Ediciones y el rescate de Stella Corvalán (1913-1994), maulina de Talca y talquina para el mundo. Figura notable de la Generación del ’38, junto a Homero Arce, María Piwonka y Mila Oyarzún.

Su primer poemario, “Sombra en el aire”, advierte tempranamente una lírica surrealista, “de original categoría”, según el escritor y crítico literario Carlos René Correa.

De hecho, en la carta-prólogo del mismo libro, el escritor argentino Roberto Fernando Giusti comenta que a Stella “los versos le vuelan de los labios, se le escapan de las manos naturalmente y son prolongaciones de su ser íntimo”.

Nace, entonces, un reconocimiento a “lo femenino” que se aprecia en la poesía de Stella Corvalán. Una lírica de emociones y mucha sensibilidad para dar cuenta de su inteligencia intuitiva y profundamente estética.

Rescate y versos

Por eso la bienvenida de una “Diáfana luz impalpable”. Obra reunida en cinco tomos por Espacio Sol Ediciones para “visibilizar su escritura y democratizar su legado, para que los maulinos tengan acceso a su poesía y su nombre deje de ser una anécdota para la memoria colectiva local”.

Por ejemplo, el “Secreto” en la página 43:

“Soy una voz llama tensa, puesta al borde del mundo,
un alarido sordo prendido en el silencio.
Todos miran la tenue sonrisa que les muestro
sin saber de esta hoguera voraz en que me incendio”.

O en Amphión, poemario dedicado a la poeta uruguaya Juana de Ibarborou, “levantando sus sueños y pensamientos para rozar con ellos los muros silenciosos de aquella mansión marina, llena de ecos y traspasada de vientos salinos”.

Como en “Primera Ciudad”, de la página 124:

“…nostalgia sonríe, descubierta al fin.
Abren manos leves la cancela
tiene huellas mías el jardín
y es el silencio prolongado
donde recupero mi perfil”.

Sin duda, más madura y consolidada, nuevamente nos encontramos con Stella Corvalán en su libro “Sinfonía del viento”, prologado por Pío Baroja e ilustrado por Agnes Van Der Brandeler.

“Hay grandiosidad e inspiración en esta poesía panteísta”, comenta Pío Baroja.
Y Stella Corvalán escribe en la página 264:

“Soy novia del viento.
Iré con brújula,
peregrina eterna de nuevos senderos;
No hay nada que me ate,
Ni palabra airada, ni beso travieso”.

Genial. Como también un acierto el rescate de su obra, el propósito de Daniela Sol al decir que “mantuvimos este compromiso porque nos interesa el rescate de las mujeres. En especial, Stella Corvalán merecía el reconocimiento hace mucho. Como sociedad, manteníamos una deuda con ella y con su obra”.

Libro y Libre

Por cierto, también se elogia que la editorial haya decidido, de alguna manera a modo de manifiesto y propósito, hacer de “Diáfana luz impalpable” una “obra sin fines de lucro y distribuida en bibliotecas y colegios de la Región del Maule. De manera gratuita”.

“Nuestra propuesta editorial tiene por objetivo visibilizar y promover a autores connotados y emergentes, pero que se encuentren en los márgenes literarios, fuera del canon comercial y centralismo geográfico. Nos interesa la literatura regional como un rescate identitario y social”.

Así como también se aprecia en el poema “El Viento y la Muerte”, de Stella Corvalán, página 378:

“…manchas de humanidad, temblores grises
arrastrando sus humos impalpables
Querrán besar el viento enloquecido.
Cuando un chasquido súbito
rompa el lienzo tirante de los cielos,
y sea polvo el mundo,
en el espacio sideral disuelto…”
.

Buen ejemplo

Oportuno celebrar también el empeño, persistencia y recopilación de Espacio Sol Ediciones, que permitió recuperar gran parte del legado de Stella Corvalán.

“Adquirimos de manera particular los libros de Stella (los compramos a coleccionistas, anticuarios, otros nos fueron prestados). Posteriormente digitalizamos todos los poemas, mientras que simultáneamente se hicieron los diseños y se tramitaron los permisos de publicación…”, comenta la autora de la iniciativa, escritora y poeta Daniela Sol.

¿El resultado?

Un hermoso libro no sólo de poesía y 384 páginas, sino también -en palabras de la escritora Maggie Smith Ferrer-, “…en estos paisajes sugerentes y deliciosos, surge Chile como una imagen recurrente…”.

Portada de Diáfana luz impalpable. Compilación poética de Stella Corvalán.
Espacio Sol Ediciones

Diáfana luz impalpable

Compilación poética de Stella Corvalán.
Espacio Sol Ediciones.

Poesía. 2023.