Las mascarillas se han convertido en un elemento fundamental en nuestro día a día, debido a la pandemia del coronavirus. Por lo que muchos han decidido que, ya que tienen que llevarla, que al menos sea llamativa y tenga un diseño único.
Fue en esta búsqueda que Textil Kimba, empresa enfocada hace 52 años en la fabricación de productos textiles, producto del Covid-19 creó mascarillas con tecnología COPPTECH, que combina cobre y zinc como agentes antimicrobianos activos capaces de eliminar sobre el 99% de bacterias, virus, hongos y ácaros.
Y además de proteger con sus mascarillas, querían que estas fueran exclusivas. Así lo explica Adolfo Momares, director de Textil Kimba. “La idea partió buscando diseños novedosos para nuestras mascarillas y ahí, entre varios, surgió la iniciativa de hacerlas con apoyo de ilustradores o pintores para que fueran representativos de nuestro imaginario local, nuestros productos y tecnología es chilena y nos importa potenciar ese mensaje. Conocíamos a Hugo Tapia Berardi, así que conversamos con él, aceptó y preparamos esta colección de mascarillas”.
De esta forma, se sumó al proyecto el ilustrador y artista chileno Hugo Tapia Berardi, quien usó las mascarillas y sintió que eran las más cómodas que había probado. Por eso le interesó trabajar con Kimba.
“Tenía la inquietud de plasmar mis obras e imaginario creativo en un accesorio, y las mascarillas se habían vuelto imprescindibles para retomar el nuevo estilo de vida con el coronavirus. Para mí fue súper importante trabajar con Kimba, porque cumplía con los estándares de calidad, certificaciones y comodidad que busco en cada producto que trabajo”, explica.
En las mascarillas Tapia Berardi plasmó alegría, color, vida y la esperanza. Su objetivo es que las personas lleven esta nueva normalidad con estilo, tratando de convertir las mascarillas en un lienzo lúdico, que comunique buenas sensaciones.
“Como artista sentí que podía ser un aporte, más aun sabiendo que los colores y mis composiciones generan sentimientos positivos en la gente, dándole un valor agregado a un elemento de protección que tenemos que acostumbrarnos a llevar”, agrega el artista.
Adolfo Momares, director de Textil Kimba, explica en lo que deben fijarse los consumidores a la hora de querer comprar una mascarilla de cobre. “Un buen indicador son las certificaciones y que la tecnología utilizada sea seria. Para efectos de las mascarillas el cobre no se utiliza bruto, por lo que no es tan fácilmente reconocible si está presente en las telas. No sirve que la certificación sea un ISO, ya que no tienen relación directa con la efectividad de una tela, sino que hace referencia a una certificación de proceso productivo”.
Como todas las prendas de vestir, la mascarilla de cobre puede durar toda la vida si se cuida bien. Pero “la acción antimicrobiana del cobre comienza a descender desde los 50 lavados, lo que no significa que al lavado 51 ya no exista actividad antimicrobiana, pero presenta una baja. Sin embargo, las mascarillas tienen filtros, los cuales siguen siendo efectivos”, concluye Momares.
