Agrupación que lleva su nombre exhibirá esta semana Náufrago, el olvido de un fundador, de León Depassier, obra que propone rescatar su “legado”.

Por Leopoldo Pulgar Ibarra

No es extraño que la Agrupación Artístico Cultural Pedro de la Barra de Antofagasta sienta la necesidad de conmemorar el 23 de octubre a quien considera el Padre del Teatro de nuestro país.

Dos artistas integrantes de extensa trayectoria

Teresa Ramos y Ángel Lattus fueron sus discípulos cuando el Premio Nacional de Arte 1952 llegó a la ciudad nortina (1962), la tercera estación de su peregrinaje artístico, luego de estar desde 1952 en Concepción y en Arica.

La travesía humana y teatral de Pedro de la Barra (1912-1977) culminó con su muerte en Venezuela, tres años después de sufrir el infarto que lo debilitó, debido al asesinato de su hijo Alejandro (24) y de su nuera Ana María Puga (25), en 1974, a manos de la dictadura.

Náufrago, el olvido de un fundador, estrenada en sala Tessier, tiene como dramaturgo e intérprete a León Depassier, de la cía. Ni Tan Poético. Un actor, cuya fuerte presencia escénica le permite asociarse a rasgos de la personalidad que se atribuyen a Pedro de la Barra: energía, perseverancia y rigor.

Además de la expresividad corporal, que denota una autoridad que equilibra con inteligencia, y sin debilitar el intenso mundo interior de De la Barra, el intérprete logra una mayor cercanía con el personaje mediante el trabajo de maquillaje y vestuario.

El unipersonal lo instala en escena después de su muerte y, desde allí, juega con la línea temporal para revisar y proyectar de manera vibrante su vida, emociones, sentimientos, dudas, certezas y estados de ánimo, además de enfatizar sus intransables objetivos artísticos.

Náufrago, el olvido de un fundador, foto de maqui.einanliv / Leonardo de la Barra

Creador y organizador

El Océano Pacífico y el Desierto de Atacama abrazan a la ciudad en la que Pedro de la Barra dejó profundas raíces artísticas, como precursor del hoy denominado Teatro de la Universidad de Antofagasta (ex sede de la U. de Chile). Allí exhibió las mismas cualidades de organizador, creador y fundador que se advirtieron el 22 de junio de 1941, fecha debut del Teatro Experimental de la U. de Chile.

La de Antofagasta fue una fructífera década creativa en consonancia con las inquietudes y expectativas que incluía la invitación de los estudiantes del Teatro del Desierto.

Tan exitosa resultó la experiencia colectiva que influyó en la apertura de la sección teatral del Departamento de Extensión Cultural en la sede nortina de la U. de Chile de la época.

Sin embargo, hostigado por las autoridades y luego del golpe civil-militar de 1973, le pidieron la renuncia al año siguiente, debido a que rechazó la exigencia de orientar lo artístico hacia fines políticos.

Contar la historia de un personaje por muchos olvidado, pero muy relevante para actores y actrices de Chile, implica rescatar su legado. Hoy, existe algo que le impide descansar en paz: necesita que lo acompañemos una última vez en el escenario”, propone León Depassier, dramaturgo e intérprete de Pedro de la Barra en el unipersonal Náufrago, el olvido de un fundador.

Análisis y rescate

Buscas reivindicar el legado de Pedro de la Barra. ¿Encontraste apoyo?

“Sí, busco una reivindicación de su legado. Pero el mundo teatral no ha entregado apoyo. Y no me refiero a lo monetario. Me parece importante que el 23 de octubre se haga una función y un conversatorio sobre el rescate y el análisis de su obra. Como reivindicación y homenaje a su legado”.

¿Viste desinterés, indiferencia, rechazo?

“No, no podría decir rechazo frontal. Pero sí desinterés e indiferencia. Pedro de la Barra murió pensando en Chile. Y aunque creo que él nunca hubiese buscado este reconocimiento, yo tomo ese llamado, que es algo más personal y emocional. Y ese viaje lo llevo a la obra.

“El montaje no trata sólo de su legado como artista, docente o fundador. También rescato su dolor como persona, sus luces y sombras. Amor, amoríos, poesía, nacimientos y la deseada muerte. Siempre acompañado de música y de personajes fantasmagóricos”.

¿Es contradictorio que su nombre lo tenga un edificio universitario y no se proyecte su legado?

“No lo sé… Es una sorpresa… Sí hubo interés de la Agrupación Artístico Cultural Pedro de la Barra de Antofagasta, Sala Tessier y artistas como Gustavo Meza, Ana María López, María Elena Duvauchelle… También hubo algún correo sin respuesta”.

Náufrago, el olvido de un fundador, foto de maqui.einanliv / Leonardo de la Barra

Lo visible y oculto

En “Náufrago…” repasas lo artístico y personal de Pedro de la Barra…

“Cuando resolvimos escribir la obra, decidimos involucrarnos en lo personal, y la familia nos autorizó. En Chile, cuando uno habla de figuras históricas, muchas veces se refiere a lo heroico. Los libros de historia eluden las sombras de un personaje.

“Creo que enriquece lo humano incluir aquello que está un poco más oculto, en las sombras. Cuando hablamos de Pedro de la Barra, aludimos al fundador del teatro profesional universitario en Chile.

“Pero también al padre que abandonó a su familia; a las decisiones que tomó en su vida y que involucran un sacrificio. ¿Valió la pena haber fundado el Teatro Experimental para después terminar con los dolores que tuvo, el exilio? Es una pregunta que el público se tendrá que responder”.

Sacrificio e intereses

Hay algo incómodo en el texto, cuando dices “desesperado busca respuesta para al fin descansar en paz”. ¿A qué te refieres?

“Sí, hay una razón… para que Pedro de la Barra descanse en paz tiene que volver a conectarse con el público. Vamos a Antofagasta a conmemorar su natalicio. Queremos participar en esta actividad, porque ellos lo tienen muy presente en su memoria, en su forma de pensar artística y cómo vivir esos valores.

“Buscamos que se sepa quién fue la persona que sacrificó su vida para darle una nueva posición al teatro. Y como tenemos un presupuesto humilde, reducimos el equipo de siete a tres personas. No llevamos escenografía ni música en vivo…

“Lo importante es estar allá el 23 de octubre. También quisiera exhibir la obra en el TNCH. Si no se puede este año, quizás el siguiente o el subsiguiente. Espero respuesta. Trabajamos con lo que tenemos, no con lo que nos gustaría o con lo que soñamos más a largo plazo. Creo que la figura de Pedro de la Barra no se agota con una función ni con una obra”.

Náufrago, el olvido de un fundador, foto de maqui.einanliv / Leonardo de la Barra

Náufrago, el olvido de un fundador

Dramaturgia e interpretación: León Depassier
Co dramaturgia: María José Silva
Dirección: María José Silva, Óscar Quintana Latrach

Universo sonoro: Ignacio López Frías
Diseño integral y realizador: Armando Ramírez
Maquillador y técnico: Jaime Maldonado
Coproducción: Cía. Ni Tan Poético y Sala Tessier

Auditorio Liceo Experimental Artístico (LEA)
José Santos Ossa 1930.
Viernes 24 octubre, 20.00 horas.

Espacio FITZA
Orella 982.
Sábado 25, 20.00 horas
Entradas en Ecopass.
Ambas funciones para todo público.