En estos días se está desarrollando el 27° Festival Internacional de Cine de Valdivia. En la Selección Oficial Largometraje Chileno hay 6 cintas en competencia, dos de ficción y 4 documentales.
Son 6 largometrajes diversos, variados en los temas que abordan y en sus enfoques. Sin embargo, la disparidad en la calidad entre ellos hace que haya poca competencia.
Por un lado, Cantos de represión es un documental brillante, con un tema puntual pero que, al mismo tiempo, es universal. En él, los directores Marianne Hougen-Moraga y Estephan Warner, a través de diversos testimonios de ex-colonos de Colonia Dignidad y actuales integrantes de Villa Baviera, podemos vislumbrar los mecanismos brutales de sometimiento de la secta. Golpizas bestiales donde todos era obligados a participar, abusos sexuales, tratamientos médicos incluida la aplicación electroshock, entre otros, contrastados con la idea de estar en el Paraíso, reforzada por los cantos en coro y con la idea de ser los lelegido de Dios. Algo que, con variaciones, se puede aplicar a varias sectas y grupos cerrados como a la forma de operar de dictaduras.
Cantos de represión debiera, a todas luces, ser elegido el mejor largometraje chileno.
Otro documental muy interesante es Mosca, sobre el mítico programa Escucha Chile que transmitía Radio Moscú en tiempos de la dictadura cívico-militar. El documental de de Christian Aylwin y Martín Núñez muestra la épica de cientos y miles de militantes que se arriesgaron para poder recopilar información de lo que pasaba en el país. Así, detenciones, torturas, desapariciones y asesinatos eran conocidos en el exterior y servían para que diversos gobiernos y organizaciones presionaran al gobierno chileno para salvar vidas.
Mosca es un buen documental, sin embargo presenta una mirada parcial, sin críticas ni autocríticas, con un relato lineal y obvio.
La destacada documentalista Paola Castillo (74 m2. Genoveva) presenta Frontera, donde sigue al lonko Juan Carlos Curinao. Éste ha decidido trabajar con elgobierno, participar en mesas de trabajo, postular a proyectos. Un grupo de mapuche queman su casa. Tiene protección policial. El gobierno le regala una casa de ladrillos. Son señalados por algunos como “vendidos”.
Frontera aborda un tema complejo, candente en una zona donde la violencia se está expresando de manera directa. Y ese es su mayor valor. En un documental de casi una hora, Frontera tiene muchas imágenes innecesarias (reiteración de patos, gallinas, vacunos) y no logra dar cuenta real del contexto general. Se queda en Juan Carlos Curinao pero sin profundizar tampoco.
Las tres películas restantes, el documental Vestigios, de Brian Cullen Espinoza, y las películas de ficción Folil, de Ignacio Montenegro Bralic, y La mujer de los gatos, de Pedro Vodanovic son débiles.
Vestigios es un documental sobre la Araucaria. Es una cinta casi sin texto que muestra hermosas imágenes de araucarias que van desde la cordillera a zonas urbanas. Con un ciero abuso -a mí juicio- de la cámara rápida, Vestigios es una larga sucesión de escenas de araucarias y poco más. Con el agravante de no ser novedosa ni competir con grandes documentales internacionales que contaron con altos presupuestos.
Folil, de Ignacio Montenegro Bralic, es la historia de dos adolescentes mapuche -Malen y Nawel- que desean sumarse a la lucha mapuche por la recuperación territorial. Mientras Malen busca vías institucionales, Nawel es partidario de las acciones, como tomas.
Plagada de consignas y lugares comunes, Folil parace una cinta de propaganda política, que trata de convencer de manera simple, básica, ¨pedagógica”, más que en hacer pensar. Muy básica y muy lejos de, por ejemplo, Mala Junta de Claudia Huaiquimilla.
Finalmente, La mujer de los gatos, de Pedro Vodanovic, es la historia de Sandra, una mujer que vive sola con dos gatos, Byron y Tom. A Byron, ya viejo, le detectan un cáncer. La pelicula aborda un tema complejo y difícil, como son los afectos y dependencias entre seres humanos solos y mascotas. Sin embargo, la cinta no resuelve bien los desafíos, resultando algo básico, con poco desarrollo.
En un periodo complejo para el país, el festival de cine más importante del país presenta una competencia de largometrajes chilenos poco competitiva
