Hablar de moscas es un asunto serio. Pero escribir y describir un vuelo fractal es más complejo. Y por lo mismo más desafiante. Requiere de tiempo, empatía y emociones no necesariamente humanas. De poesía y prosa requiere. O de ambas. También de un cariño profundamente latente en las palabras, un divertimento literario que recuerda “La Vuelta al Día en Ochenta Mundos”, de Julio Cortázar, pero sólo en estructura. En emociones -El Vuelo Fractal de la Mosca- es un afortunado encuentro con el poeta, escritor y dramaturgo venezolano Juan Martins.

Por Marcel Socías Montofré

¿De qué se trata el libro? Difícil de explicar. Tal vez lo más sincero es decir que se trata de interpretar. A su gusto. Como a usted le parezca. Como esos cuadros modernos donde no se pide entender –en ese concepto tan occidental de la palabra- sino de comprender, sensibilizarse, ejercer la empatía y hundirse con confianza en las narraciones de Juan Martins.

Por cierto, no son narraciones tan sólo personales de este escritor venezolano reconocido en España, Francia y Portugal, entre otros países, sino también posible de reconocer en una prosa poética que se vuelve cautivante a medida que avanzan las páginas y también las 28 “partes” en que se divide El Vuelo Fractal de La Mosca (Ediciones Estival 2020).

La palabra “partes” escrita con comillas. Porque no son capítulos. Pero tampoco relatos amalgamados al azar por simple arbitrariedad del escritor. Hay una conexión. Un hilo conductor que a veces pasa por el argentino Jorge Luis Borges, otras por Rosa Montero, a ratos por esa práctica sintaxis de Hemingway , también por Kerouac, a menudo por Fernando Pessoa y confluye en un Juan Martins que sorprende gratamente por cómo escribe, lo que describe y quiénes lo acompañan en su propósito de escritor.

Fractales, fragmentos y sinceridades de Juan Martins:

“Por su parte, continúa K, sin escucharle, como si no fuera con él. Escribe. Sólo le interesa escribir sobre la incoherencia de sus nuevas formas, entre lo áspero y el aleteo. Es un hombre seguro como para diferenciar sus alucinaciones de lo real. Y en esto, se recuerda de una vieja cita: «me interesa escribir, no ser escritor. Allí hay una diferencia». Entonces es cuando le mira”.

¿A quién mira? Esa es una buena pregunta. Al lector, a sí mismo, al mundo, a la contingencia, a las 103 páginas del libro, a la mirada retrospectiva y sobre todo mira y escribe con emociones Juan Martins.

Así da gusto leer. Por gusto. Por lo escrito y por lo leído.

El Vuelo Fractal de la Mosca, Ediciones Estival (c)
El Vuelo Fractal de la Mosca, Ediciones Estival (c)

El Vuelo Fractal de La Mosca
Juan Martins

Ediciones Estival 2020