Hace algunos días, como Comunidad por el Patrimonio, llamamos a la urgencia que tiene el país de retomar el diálogo, y buscar puntos de encuentro, reconociendo en el patrimonio un rol fundamental en la cohesión social al conectarnos con nuestra historia y las generaciones que nos preceden y que nos seguirán.

Hoy tenemos una institucionalidad obsoleta, que no responde a las necesidades de las comunidades, que no recoge la relevancia de nuestro patrimonio inmaterial, que no preserva nuestros sitios de memoria, tampoco la mirada de nuestros paisajes, ni menos considera la urgente descentralización.

Por ello, tras cincuenta años, tenemos la oportunidad de mirar el presente desde la esperanza de la construcción conjunta de la nueva Ley de Patrimonio, proponiendo un diálogo de encuentro profundo, en que las legitimas diferencias puedan ser expuestas en un ambiente de respeto, un debate de ideas a la altura de lo que nuestro país y sus comunidades hoy reclama.

Estamos convencidos de que hay aspectos por mejorar en el Proyecto de Ley de Patrimonio presentado por el Ejecutivo, los que han generado genuinos disensos, como hemos señalado anteriormente, pero también estamos convencidos de que en las distintas instancias de diálogo se han ido recogiendo las opiniones de las distintas organizaciones y actores del patrimonio, las que, en su mayoría, deberían ser incluidas debidamente en la indicación sustitutiva que el Gobierno se ha comprometido a presentar. Tenemos la certeza de que nuestras comunidades anhelan la protección y nuevas vías de valoración simbólica de su patrimonio. Son esas comunidades las que hoy exigen con urgencia de respuestas estructurales en la materia.

Una Ley, en su esencia, busca establecer un mínimo común ético compartido, el bien común, de ahí la importancia del diálogo y de la participación, es así como se reflejan las distintas visiones, porque en la diversidad está la riqueza de nuestro país.

Es nuestra convicción que Chile se merece, y requiere, un proceso de construcción de la futura Ley del Patrimonio en un ambiente de colaboración y confianza. Debemos continuar el debate con la meta de lograr un proyecto que sea aprobado y que refleje así la esencia más profunda del patrimonio, que es el hecho de que el patrimonio nos une y nos constituye.

Por ello, volvemos a manifestar nuestra disposición para apoyar la tramitación legislativa de la Ley de patrimonio desde una mirada crítica y constructiva, desde y para todas las comunidades de nuestro país.

Alberto Larrain, Director Ejecutivo Fundación ProCultura
Lorenzo Berg, arquitecto y académico Universidad de Chile
Javiera Parada, gestora cultural