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Resumen generado con una herramienta de Inteligencia Artificial desarrollada por BioBioChile y revisado por el autor de este artículo.

El Parlamento japonés aprobó un presupuesto suplementario de 18,3 billones de yenes, el más grande desde el inicio de la pandemia, impulsado por la primera ministra Takaichi para enfrentar la inflación y estimular la economía. El respaldo de varios partidos, incluyendo la oposición, fue crucial. Gran parte del desembolso se financiará con bonos estatales, reflejando la postura expansiva de Takaichi.

El Parlamento japonés aprobó este martes el presupuesto suplementario de 2025, impulsado por el Gobierno de la primera ministra, Sanae Takaichi, por valor de 18,3 billones de yenes (más de 100.000 millones de euros), la mayor cifra desde la pandemia del covid.

Tras su visto bueno la semana pasada en la Cámara Baja, donde la coalición gobernante tiene mayoría, la Cámara Alta de la Dieta (el Parlamento nacional) dio hoy su respaldo a la medida con el apoyo de varios partidos de la oposición.

El presupuesto suplementario es clave para poner en marcha un ambicioso paquete de estímulos propuesto por Takaichi para hacer frente a los efectos de la persistente inflación e impulsar la estancada economía japonesa, y que se ha convertido en su política estrella tras su nombramiento como primera ministra en octubre.

La medida fue aprobada un día antes de que finalice la sesión extraordinaria de la Dieta, pactada por los principales partidos japoneses, entre otros motivos, para aprobar las cuentas suplementarias para el resto del año fiscal, que termina en marzo de 2026.

El proyecto recibió el apoyo en la Cámara Alta, además del gobernante Partido Liberal Democrático (PLD) y su socio, el Partido de la Innovación de Japón (Ishin), de la formación budista Komeito y del opositor Partido Democrático para el Pueblo, ya que incluye algunas de sus demandas de estímulos.

El presupuesto es muy superior a los 13,94 billones de yenes (76.950 millones de euros) del ejercicio previo y representa la mayor partida de este tipo para el archipiélago japonés desde la pandemia de la covid, en una muestra de la postura fiscal expansiva de la que Takaichi se muestra partidaria.

Gran parte del desembolso (11,7 billones de yenes o 64.600 millones de euros) se financiará con la emisión de bonos estatales, en línea con las posturas de la mandataria, favorable a aumentar el endeudamiento de Japón para estimular su economía.

Los rumores sobre la medida llevan semanas impulsando el rendimiento de los bonos japoneses a largo plazo, en máximos de más de diez años en medio de la preocupación por la salud fiscal del país, el más endeudado entre las economías desarrolladas.