Por el año 1500, Turquía amenazaba con invadir y hacer suyo al principado de Venecia. Los barcos turcos tenían el poder de aquello. Ante ese contexto, Leonardo da Vinci pensó: ¿Y si le ganamos bajo del agua?

Si Da Vinci ya había mostrado interés por llevar al hombre al lado de los pájaros, diseñando máquinas para volar, no iba a pasar mucho tiempo para que quisiera sumergirlo bajo los océanos, sea por el fin que sea: Bélico, exploratorio y/o científico.

En este caso, el plan era defender Venecia. Con los barco de la maravillosa ciudad sería difícil y los costos para equiparar las fuerzas marítimas de los turcos eran muy altos, es por eso que Leonardo ofreció su ingenio.

“Se presentó antes el Consejo de Venecia, mostró sus planos, les habló de una guerra bajo del agua, con barcos que no avanzaban por la superficie sino que junto a los peces, de hombres “caminando” al lado de los éstos y atacando a los turcos por sorpresa”, comentó Jorge Salas, curador de la obra: “Da Vinci, la exhibición”.

En fin, el consejo le otorgó un golpe de “realidad” y le dijo que sus planes eran irrealizables. Sin embargo, el maestro italiano consiguió el trabajo de ingeniero militar, y creando un sistema de trinchera de flotación que le permitió proteger la ciudad de un ataque.

Aunque la amenaza de Turquía no prosperó y más bien la batalla se realizó en 1570 a 1573, Leonardo decidió romper y/o ocultar los Códices marítimos (hay una discusión no menor: algunos afirman que los destruyó por completos, otros que sus discípulos lo reconstituyeron o que sólo los escondió), ya que pudo observar -mientras terminaba de crear sus planos- que su invento sería un gran peligro para la humanidad, debido a que la destrucción sería más de la que él estimaba.

A pesar que los Códices de Leonardo no fueron desarrollados en su época, fue un visionario impresionante, ya que desde el 1500 habló del submarino, traje de buzo y otros sistemas para actuar bajo el agua.

Submarino de Da Vinci

El submarino de Leonardo consistía en un simple casco cerrado con una pequeña torre cónica con tapa en el media, para una persona. Tenía que ser pequeño, sutil y se tenía que mover sin llamar la atención, por debajo de los barcos anclados. Un arma estratégica, que tenía a su favor el factor de la sorpresa.

Códice de Leonardo Da Vinci
Códice de Leonardo Da Vinci

“El actual rey de los mares fue un sueño de Leonardo: un barco preparado para hundir a otros barcos. Una idea loca que poco a poco fue perfeccionando como lo hacía con todas sus ideas y máquinas”, señaló Salas.

Traje de buceo

Como se ha explicado, Leonardo sin duda fue un visionario, capaz de pensar en su época en un traje que permitiría al hombre una experiencia única en el océano.

Al descifrar algunos de sus Códices, se puede deducir que el traje consistía en una amplia vestimenta fabricada en cuero que cubría también la cabeza a modo de capucha, con dos cristales integrados para facilitar la visión. De la parte superior sobresalía el equipo de respiración, consistente en dos cañas de bambú atadas a los lados de la cabeza.

Da Vinci, la exhibición
Da Vinci, la exhibición

El equipo de respiración consistía de dos flexibles cañas que partían de la boca del buceador y subían hasta la superficie, donde se mantenían a flote y protegidas del agua gracias a un ingenioso dispositivo en forma de campana, fabricado en corcho. Unos dispositivos de hierro evitaban que la presión aplastase las cañas, manteniendo así abiertas las vías de respiración sin perder un centímetro de flexibilidad.

Te dejamos un video explicativo, tanto del traje como del sistema de respiración

Da Vinci, la exhibición que se está realizando en “Casas de lo Matta”, finalizará este domingo, luego de dos meses de exposición en la comuna de Vitacura y Radio Bío Bío es el medio oficial de la muestra.